La propuesta del ministro no busca que las pruebas sean eliminadas, sino que estas adquieran otro significado. De aprobarse los cambios, los exámenes serían diagnósticos y tendrán la función de certificar con una nota, la cual será de conocimiento del estudiante. Sin embargo, el no pasar no será un obstáculo para obtener el título.
Una de las principales transformaciones que propone Mora es que el total de notas que obtengan los estudiantes de un mismo centro educativo sirvan para otorgar un promedio a dicha institución y así trabajar en mejorarlo en los siguientes años.
Es decir, los resultados en conjunto del bachillerato servirían para otorgar al colegio una nota del 1 al 10 , pero no tendrían repercusión en los estudiantes que finalicen su plan de estudios sin importar si superaron o no el mínimo establecido en las 6 pruebas nacionales, ya que estas únicamente tendrían un fin diagnóstico.
“A nosotros lo que nos interesa es poner la carga del peso evaluativo sobre el centro educativo. Al colegio sí lo podemos arreglar porque va a estar allí en los próximos años. Nos tenemos que poner la meta de mejorarlo en el menor tiempo posible”, explicó.
Ministro asegura que estudiantes no realizan las pruebas bajo las mismas condiciones.
El jerarca aseguró que actualmente aquellas personas que no pasan el bachillerato quedan atados al Ministerio de Educación Pública (MEP) con una especie de “cuerda invisible”, sin obtener ningún beneficio.
“Cada año que pasa tienen menos posibilidades de resolverlo, porque las pruebas son memorísticas. Si a mí me hicieran una prueba de bachillerato seguro no me acordaría prácticamente de ninguna cosa, posiblemente sacaría algunos puntos, pero no los suficientes y así les pasa a muchísimas personas”, acotó.
Por lo tanto, insiste en que hay que buscar soluciones justas y romper con la idea de que la educación debe castigar a las personas.
¿Qué pasaría con estudiantes que deben materias?
La iniciativa también contemplaría cambios para aquellos jóvenes y adultos rezagados del sistema que deben una o varias asignaturas.
Según Mora, de momento se analizan tres propuestas para esta población.
1. Se adecuen a la nueva forma de hacer el examen.
2. Repitan el examen una vez más, tal como era al momento en que terminaron su quinto año -la cual a criterio del ministro es la menos razonable-.
3. Hacer una transición que permita sustituir la prueba por alguna otra función pedagógica.
“Hay un conjunto de miles personas que viven en esta situación actualmente y que tienen una desventaja, a pesar de haber terminado exitosamente el colegio. Esa moratoria no la pueden financiar ni ellos que no tienen economía, ni sus familias que han venido costeando ese “des-éxito” ni el Estado que los deja de ver cuando los deja congelados. Hay que activar a esas personas, la economía del país necesita más personas”, agregó.
Una vez que la propuesta esté finalizada será remitida al Consejo Superior de Educación, con el fin de que se analice y determine si es conveniente que se apruebe o rechace.
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