LA VOZ DE GOICOECHEA.- La vicepresidenta costarricense señaló la necesidad de un diálogo para solucionar la crisis nicaragüense, cuyas 'consecuencias empiezan a notarse en la región centroamericana'.
La crisis que atraviesa Nicaragua desde hace cinco meses, por las protestas ciudadanas que han sido reprimidas, cobró importancia este lunes en el primer día de la Semana de Alto Nivel en Nueva York de la 73va sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La vicepresidenta y canciller de Costa Rica, Epsy Campbell, expuso el tema en diversas cumbres a las que asistió en representación de su gobierno, incluyendo la Cumbre de la Paz Nelson Mandela, donde pidió a Nicaragua retomar el diálogo; y la Cumbre Global sobre Refugiados, evento en el que solicitó a la comunidad internacional cooperación técnica y financiera para su país ante la llegada masiva de nicaragüenses en los últimos meses.
Campbell también se reunió este lunes con el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, con quien habría discutido sobre “problemas regionales”, y con la recientemente nombrada Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a quien, según la cancillería costarricense, “expresó su preocupación por la crisis que vive Nicaragua y las consecuencias que empiezan a notarse en la región centroamericana”.
La canciller costarricense llamó a la paz al Gobierno de Nicaragua durante una cumbre enfocada precisamente en la paz promovida por líder sudafricano Nelson Mandela.
“Quisiera hacer un llamado de paz para que en la hermana república de Nicaragua se generen las condiciones que permitan salir de la crisis a través de un diálogo con respeto, con tolerancia y en donde se respeten los derechos humanos a todas las personas”, expresó Campbell ante una audiencia en la que también se encontraban miembros de la delegación nicaragüense ante la ONU.
De acuerdo con la vicepresidenta, los valores de Mandela son la guía para “luchar por un mundo con equidad, con libertad, con igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y donde no exista ni racismo ni discriminación alguna”.
El asesor presidencial Paul Oquist, quien es parte de la misión nicaragüense que estará esta semana en Nueva York, no tomó la palabra durante la cumbre. El presidente Daniel Ortega ha dicho en varias ocasiones que no retomará el diálogo nacional que se estaba realizando entre su Gobierno y la opositora Alianza Cívica con la mediación de los obispos.
Campbell pidió a la ONU que respalde a su país con cooperación técnica y financiera para continuar apoyando a los refugiados que arriban a Costa Rica, sobre todo a personas que han huido de Nicaragua debido a la represión gubernamental a protestas pacíficas que iniciaron en abril.
“Hacemos un esfuerzo con la firme convicción de que las personas refugiadas son responsabilidad compartida de los Estados miembros de las Naciones Unidas y que la comunidad internacional nos apoyará para aumentar e intensificar nuestras mejores prácticas”, señaló Campbell durante el evento “Pacto Mundial para los Refugiados: Un modelo para una mayor solidaridad y cooperación”.
Campbell destacó que esas prácticas de Costa Rica podrían mejorarse “a través de un sistema más robusto y predecible de cooperación técnica y financiera, que parta del respeto de la perspectiva que tiene nuestro país, así como la perspectiva de cooperación que estamos necesitados de recibir”.
La líder costarricense admitió que “es muy difícil responder a las necesidades que tienen las personas que han abandonado fundamentalmente Nicaragua, por el peso económico que esto tiene”, aunque aseguró que ya se está implementando un plan de contingencia.
De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), desde que inició la crisis en Nicaragua, unas 23,000 personas de origen nicaragüense han solicitado refugio ante las autoridades de Costa Rica.
“Creemos que ya es hora de crear un marco que beneficie tanto a las personas refugiadas como a los países y comunidades que los reciben”, manifestó la diplomática, aunque destacó que en Costa Rica ya se está ejecutando un plan de contingencia por el aumento de refugiados nicaragüenses.
Recientemente, una nueva misión del Acnur visitó Costa Rica para evaluar la situación de ese país respecto a los refugiados. Según Campbell, durante las sesiones de trabajo se abordaron temas relacionados con la protección y asuntos legales de las poblaciones que solicitan refugio como “la integración a la sociedad y diferentes medios para que puedan realmente ser autosuficientes”.
“Las personas migrantes y refugiadas contribuyen con el desarrollo y aúnan a nuestra diversidad cultural, especialmente en aquellas comunidades de acogida, por lo que debemos luchar contra el acoso, la xenofobia y promover la integración de todas las personas en la vida general de nuestros países”, destacó Campbell.
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