LA VOZ DE GOICOECHEA.- Más de 100 menores de edad fueron intervenidos la noche del domingo mientras disfrutaban de una fiesta en Río Segundo de Alajuela en donde hubo drogas y alcohol. Muchos de sus padres no sabían que ellos estaban en ese lugar.
Guillermo Araya, director del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) dijo en entrevista con CRHoy.com que los padres deben aprender a poner límites a sus hijos y a decir “no”.
“Hay que lograr el fortalecimiento de la comunicación, de la confianza, el conocimiento de los padres del entorno donde se desenvuelven sus hijos, los amigos y compañeros que tienen. Los padres de familia tienen que aprender porque no es algo que se tiene en el ‘chip’ y es el hecho que decir ‘no’ también es bueno (…) que yo como padre ‘te esté diciendo ‘no’ pero es porque te amo, porque me preocupo por vos’. No todo es decir ‘sí’ ni todo es decir ‘no’, sino con argumentos a través de un proceso asertivo y permanente de comunicación“, explicó.
El Ministerio de Seguridad Pública (MSP) informó que oficiales del Programa Regional Antidrogas de la Fuerza Pública (PRAD) fueron alertados acerca de que se estaba celebrando una fiesta con menores de edad y venta de licor en la llamada Finca de Pepe, situada en Río Segundo. Tras intervenirla, hallaron alrededor de 150 personas, en su mayoría menores de edad.
Allí el panorama que encontraron las autoridades fue deplorable, pues lograron detectar a varios menores tirados en el suelo, al parecer bajo los efectos de las drogas o el licor, por lo cual hubo que levantarlos pues no se podían poner de pie por su propia cuenta.
Según Guillermo Araya, en algunos casos los padres no sabían que sus hijos asisten a este tipo de eventos, mientras que otros se hacen de la vista gorda.
“Muchos de estos jóvenes están en estas fiestas porque no existe una preocupación por parte de sus padres, que no les importa dónde están o dónde van a amanecer porque los padres están juntos o separados, porque el fin de semana cada quien anda en su vida. Son principios básicos que tienen que establecer los padres en relación con sus hijos. Cuando los llamamos, en muchos casos los papás son los últimos que se dan cuenta y evidentemente eso es parte de carencias, es una responsabilidad que tienen los padres“, afirmó.
En muchas situaciones los padres se quedan asombrados al enterarse que sus hijos están intoxicados cuando son llamados por las autoridades o los cruzrojistas. Cuando no se ubica algún adulto responsable, el caso queda a cargo del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Araya dijo que todos los adultos en algún momento asistieron o se enteraron de este tipo de fiestas. Sin embargo, los tiempos han cambiado y el tipo de drogas que se encuentran en esos lugares es muy diferente a lo que se encontraba años atrás.
“Los padres tienen que tener conciencia de que sus hijos en estas fiestas -como también ellos las tuvieron- tienen acceso ilimitado al alcohol pero hoy día tenemos agravantes con mayor variedad de drogas, más fuertes. En estas fiestas van a haber también narcotraficantes, depredadores sexuales y otro tipo de personas que dentro de su escala de valor no está el respetar la integridad de los menores de edad, son personas que lucran con la salud y la seguridad de los menores”, añadió.
Además, el director de la entidad enfatizó que abordarán toda fiesta de la que tengan información.
Dentro de lo decomisado se encuentra: un cigarrillo de aparente marihuana, otro cigarrillo de esa misma droga a medio consumir, varios implementos para consumir drogas, así como 5 litros y una pacha de diversos licores.
No se logró dar con ningún responsable de haber organizado la citada actividad, la cual tuvo que ser clausurada para garantizar la seguridad de los menores.
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