Además de los ingresos por inversión extranjera, también los provenientes del turismo se mantienen en el terreno negativo.
La reducción de más del cincuenta por ciento entre enero y marzo de este año estaría en línea con lo que perciben los empresarios del sector agremiados en la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), adscrita al Consejo Superior de la Empresa Privada.
La presidenta de Canatur, Lucy Valenti, señaló que las expectativas son que los ingresos este año caigan un diez por ciento adicional a la reducción del año pasado, cuyos resultados fueron desastrosos respecto a 2017.
“Es decir que si el año pasado la caída del sector en divisas fue del 52 por ciento, este año estaríamos hablando de entre 62 y 65 por ciento menos, ese dato que me estás diciendo estaría en línea” con las expectativas del sector, indicó.
“Es una caída de ingresos drástica para las familias que viven de la actividad turística”, afirmó Valenti, quien señaló que la situación empeora por el endurecimiento del crédito.
Intur no informa sobre llegada de viajeros
Hasta ahora el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) no ha informado sobre la evolución de la llegada de viajeros en el primer semestre de este año, pero los primeros indicios apuntan a una caída drástica.
Funides cree que en el segundo trimestre se podría ver una ligera mejora respecto al primero, debido a que en ese periodo se celebró Semana Santa, que suele mover un poco más de turistas.
Valenti considera que los 113.1 millones de dólares fueron aportados principalmente por turistas centroamericanos, que son los únicos que están empezando a llegar, pero que el norteamericano se mantiene ralo, debido a que Nicaragua aún mantiene su imagen de violencia en el exterior.
Para Valenti resulta contradictorio que mientras los funcionarios del Gobierno también andan de gira en busca de turistas, en Nicaragua se mantenga la represión como lo visto ayer en Managua, donde la Policía reprimió un marcha que pretendían desarrollar los estudiantes.
“Lo que estamos viviendo es una cuestión absurda, es ridícula, parece una ciudad que está en pie de guerra ante un simple deseo de manifestación cívica y pacífica de la población, es una cosa inaudita lo que estamos viendo y obviamente lanza una imagen siempre negativa que no nos ayuda en nada a los esfuerzos que se están haciendo para atraer un poquito de turistas para que las empresas sigan sobreviviendo”, acotó.
Se esperaría que a finales de agosto Canatur tenga datos más precisos con la realización de un estudio que están haciendo entre sus socios.
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