En Costa Rica se conoce como régimen municipal al sistema jurídico y político que regula las autoridades locales y que rige los municipios, territorialmente conformados por cantones y estos por distritos. Está regulado legalmente por el Código Municipal.
Ante este panorama cabría bien preguntarse. ¿Conoce al nombre del alcalde del cantón donde usted vive? ¿De qué partido político es? ¿Ha hecho algo que valga la pena en los últimos cuatro años? Vale la pena hacerse estas preguntas por dos razones—primero hay elecciones cantonales en dos meses y segundo por lo menos un 25 por ciento de los que ocupan el puesto se quieren reelegir. Algunos, incluyendo a la de nuestro cantón, ha encabezado al gobierno local casi por una década.
Y si son caras nuevas que aspiran a ocupar al puesto-- ¿conoce los nombres de los candidatos? ¿Sabe lo que ofrecen por lo menos algunos?
Si usted no puede contestar ninguna de estas preguntas casi de obligación hay que preguntarle -- ¿cree usted en la democracia? ¡No parece!
Deberían saber que, en contraste al gobierno nacional, los cantonales poseen mucho más dinero de lo que pueden gastar. Sin excepción, terminan con superávit al final de cada año- Goicoechea terminó el año 2018 con un millonario superávit - y esto se produce por su incapacidad de ejecutar los recursos que reciben. En muchos casos esto se da porque no cuentan con profesionales experimentados que puedan diseñar planes, lograr su aprobación y luego su ejecución.
No tienen profesionales porque los jerarcas han llenado los puestos con familiares o copartidarios que tienen cargos dentro de las estructuras de los partidos, como el caso de Goicoechea, que el presidente del partido al que pertenece la alcaldesa es funcionario municipal u otros que necesitan chamba y amigos que son muy simpáticos pero que no cuentan con los conocimientos técnicos. Peor aún, algunos cantones, están infectados por la corrupción.
Los espacios públicos son lugares para compartir y divertirse en familia donde participen padres y madres, abuelos y nietos, jóvenes, deportistas, personas con discapacidad o toda la familia en conjunto, donde puedan disfrutar del contenido de las actividades que la misma municipalidad programe en un escenario especial. Calles, parques y jardines, zonas verdes, plazas y rotondas ni por asome se ven.
No han estructurado una ciudad digna para sus habitantes, turística y culturalmente hablando, que tenga esa armonía entre el ambiente natural y el espacio, construido para que sea estético y permita alcanzar el Buen Vivir de sus ciudadanos.
También se eligen regidores y síndicos ahora a principios de febrero. ¿Algún vecino se le ha acercado para pedir el voto? Estos están aún más cerca a los votantes porque representan “distritos” de los cantones. Si no sabe en qué distrito vive, mire a la contraportada de su cédula – allí se indica. ¿Cómo están las calles en su distrito? ¿Bonitas y pavimentadas? ¿Y la iluminación de las calles de noche? ¿Hay espacios recreativos públicos amplios donde las familias puedan disfrutar? Hay dinero para eso, pero nada logramos con eso, porque no hay ideas, ni capacidad de gestión y mucho menos de planificación.
En las pasadas elecciones cantonales no votó un 76 % de los eligibles, más que todo porque no les dieron importancia. Votemos ahora en estas elecciones 2020 para cambiar las cosas.
Analicemos los candidatos, sus planes de gobierno, su relación con las comunidades, sus logros empresariales y comunales, sus atestados académicos, su relación con sus familias y si ya pasó por la municipalidad, qué logros importantes - no los de carpintería, esos de por sí es obligación de cualquiera realizarlos - sino logros de impacto que haya logrado.
Otros temas que debemos conocer de los candidatos es sobre sus propuestas de migración de la gestión tradicional a una ciudad inteligente.
Una Ciudad Inteligente es aquella que coloca a las personas en el centro del desarrollo, incorpora Tecnologías de la Información y Comunicación en la gestión urbana y usa estos elementos como herramientas para estimular la formación de un gobierno eficiente que incluya procesos de planificación colaborativa y participación ciudadana. Al promover un desarrollo integrado y sostenible, las ciudades inteligentes se tornan más innovadoras, competitivas, atractivas y resilientes, mejorando así las vidas.
0 Comentarios
Queremos ver tus comentarios, estos nos enriquecen y ayudan a mejorar nuestras publicaciones :
_______________________________________________