¿Es peligroso retirar el moho de un alimento y comer el resto?

LA VOZ DE GOICOECHEA.- Hay quienes acostumbran a retirar el moho de los alimentos para consumir sus partes no afectadas. Sin embargo, muchos ignoran que esto podría derivar intoxicaciones o enfermedades. Te contamos más al respecto.

Eliminar el moho de un alimento y consumir la parte no afectada es una costumbre muy extendida para el riesgo que entraña. Retirar las partes enmohecidas no garantiza que queden eliminadas las toxinas presentes en el producto,que podrían desencadenar en una enfermedad o intoxicación.

Solamente, los alimentos firmes y secos pueden consumirse una vez retirada la parte contaminada. Sin embargo, aquellos blandos y húmedos deben de desecharse por completo dada esta situación.

De este modo, no se deben de comer mermeladas, frutos secos, frutas blandas, quesos, pan y bollería, y pueden consumirse productos cárnicos curados, frutas y hortalizas firmes. Pero, ante la duda, es mejor desechar el producto, ya que las micotoxinas pueden haber penetrado hasta el interior del mismo y producir una intoxicación.

Intoxicaciones causadas por mohos o de origen fúngico

Este tipo de intoxicaciones normalmente son de tipo crónico. La toxina se acumula con el paso del tiempo en el propio organismo causando diferentes efectos adversos. Algunos de ellos pueden ser hepatitis, nefropatías, ergotismo y cáncer esofágico. No obstante, también puede darse el caso de una intoxicación aguda que cause efectos poco después de la ingesta.

Por norma general, hay que tener mucho cuidado con las micotoxinas, puesto que están catalogadas de cancerígenas. Además, existen muchos tipos de micotoxinas diferentes y no todas están reconocidas. Algunas pueden causar la muerte en periodos cortos de tiempo mediante intoxicaciones agudas. Otras, por ejemplo, son de carácter alucinógeno.

Otros momentos críticos de la higiene alimentaria

Además de la presencia de mohos en la superficie y en el interior de los productos, existen otras situaciones que pueden poner en peligro al consumidor. Muchas de estas están relacionadas con el consumo de alimentos cárnicos crudos que no han sido sometido a los procesos adecuados.

Por ejemplo, consumir pescado blanco crudo o poco hecho, sin una congelación previa,aumenta radicalmente el riesgo de contaminación con anisakis.

Los procesos de descongelado de alimentos también suelen suponer un punto crítico. Normalmente, se recomienda descongelar los productos en la nevera para evitar temperaturas óptimas para el crecimiento bacteriano.

Además,hay que tener cuidado también en la manipulación de los alimentos con las contaminaciones cruzadas. No se deben de utilizar los mismos utensilios para manipular alimentos crudos y cocinados, puesto que se podrían pasar los microorganismos de unos a otros.

¿Cómo detectar una intoxicación?

Si la intoxicación es aguda, los síntomas suelen ser rápidos y claros. Por lo general, este tipo de intoxicaciones cursa con problemas de carácter gastrointestinal. Diarreas, náuseas y vómitos son las situaciones más frecuentes.

En este tipo de situaciones es crucial garantizar la correcta hidratación del paciente para evitar males mayores. Se debe de suspender la ingesta de alimentos sólidos hasta que la sintomatología cese. A partir de aquí, se comienza con una dieta blanda y se introducen alimentos grasos de manera paulatina.

Si la intoxicación es crónica, como el caso de las micotoxinas, su detección se hace más complicada. A menudo, las manifestaciones son de tipo hepático, son complicadas y requieren de farmacología para su tratamiento. En algunos casos pueden hasta desarrollarse ciertos tipos de cáncer.

De este modo, la única manera de evitar este tipo de situaciones es la prevención. Si sospechamos que un alimento puede estar contaminado, o si presenta moho y no sabemos si es suficiente con retirarlo, lo mejor es desechar el producto.

Conclusión sobre retirar el moho y consumir el alimento

Existen un grupo de alimentos en los que es posible retirar el moho de la superficie para más tarde consumir el producto. Suelen tratarse de alimentos secos, con poca cantidad de humedad o agua. No obstante, en la mayor parte de los productos, lo ideal es evitar su consumo si han desarrollado algún tipo de moho.

Las micotoxinas podrían haber penetrado hacia el interior del producto, ocasionando intoxicaciones agudas o crónicas a partir de la acumulación. Es necesario ser muy meticuloso con la higiene alimentaria para evitar problemas mayores.

Las intoxicaciones de tipo agudo pueden identificarse y tratarse con relativa rapidez y facilidad. Sin embargo, en el caso de intoxicaciones crónicas, las consecuencias pueden ser fatales a nivel orgánico. Se pueden sufrir problemas hepáticos y hasta desarrollar ciertos tipos de cáncer.

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