LA VOZ DE GOICOECHEA .- La prueba diagnóstica por COVID-19 que se realiza en nuestro país se llama PCR-TR y se extrae por medio de un hisopo (o aplicador) que ingresa por las fosas nasales y llega hasta la nasofaringe.
No es nada agradable, ni es extremadamente dolorosa, pero sí muy molesta.
El Ministro de Salud, Daniel Salas, explicó que esta prueba – bajo el protocolo de Berlín – es la recomendada por la Organización Mundial de Salud (OMS), y contó otros detalles de la misma.
“Consiste en tomar una muestra de secreción de la nasofaringe de la persona a a través de la nariz. Le meten un hisopo por la nariz, se saca. Esa muestra se prepara y se envía en una protección en frío – como decir un termo –para que la muestra no se descomponga.
Una vez que llega al laboratorio se le quita la capacidad de infectar (se inactiva) y se concentra solo la parte genética del virus. Luego se mete en un lector que va tirando una curva que determina si la persona está con el virus o sin el virus”, dijo el jerarca.
La nasofaringe, cavum o epifaringe, como su nombre lo indica, es la porción nasal de la faringe y yace detrás de la nariz y por encima del paladar blando. Se comunica hacia abajo con la orofaringe y la laringofaringe y es la única de las tres cavidades que permanece permeable, es decir, continuamente abierta al aire.
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