Ronald Arrieta Calvo
Ex-regidor municipal
Después
de la desastrosa gestión de los años 2018-2020 de la dictadura de
un grupo mayoritario teledirigido, se continúa con resabios odiosos
de la anterior presidencia.
El
tratamiento de la correspondencia sigue siendo administrada
arbitraria y unilateralmente por el presidente municipal. El resto
del Concejo no conoce la correspondencia con antelación o durante la
sesión municipal ni se vota la decisión de el destino que debe
tomar.
Los
asuntos de auditoría igualmente. El presidente actual es el único
que decide el tratamiento que se le da a pesar que por ley es asunto
que el Concejo Municipal como cuerpo colegiado debe decidir.
Se
continúa con la concepción de que el Presidente Municipal es el
jefe del Concejo. Concepción totalmente errónea. El Presidente
Municipal es un facilitador para que las Sesiones del Concejo y sus
asuntos sean manejados de la forma más transparente y democrática
posible. En el anterior Concejo el presidente se arrogó incluso
atribuciones propias de quien ocupa el puesto de la Alcaldía. Es de
esperar que este Concejo Municipal no lo permita.
Lamentablemente
la ineficiencia e ineficacia del Poder Judicial y del Tribunal
Supremo de Elecciones propicia esos comportamientos. Al amparo de
esta situación es que se cometen tantos atropellos a leyes y
reglamentos.
Otro
estilo heredado o engendrado por el actual presidente es la
realización de comentarios arbitrarios sin estar en el orden del uso
de la palabra. Comentarios innecesarios a los cuales el resto de
regidores no tienen oportunidad de rebatir o apoyar.
La
comisión de asuntos jurídicos tiene un reto enorme que enfrentar.
Nada más y nada menos que más de 400 asuntos por dictaminar. Esto a
pesar que tenían un asesor jurídico profesional designado y al
menos otros 5 asesores con salario de tiempo completo.
Aparte
de dos regidores y una regidora, la participación de regidores y
regidoras es raquítico. Esto se podría deber a la poca oportunidad
que quedó para poder informarse a profundidad de los asuntos a
tratar.
Es
importante recordar la función única del Gobierno Municipal que el
artículo primero del Código Municipal le asigna: Promover y
administrar los intereses de las personas vecinas residentes en un
mismo Cantón. No es un espacio para satisfacer ansias de poder
megalómano.
Es de
reconocer a este Concejo la derogatoria del odioso acuerdo apoyado
por el grupo dictarorial del anterior Concejo de pretender asignar un
asesor a cada regidor, cuando ellos mismos demostraron que en una
comisión con más asesores que regidores dejaron la enorme carga de
más de 400 asuntos sin dictaminar en la comisión de jurídicos y a
las cuales en más del 90% de sus sesiones NO asistieron.
Si
bien es muy temprano para pronosticar, es importante desde ya, tomar
acciones correctivas de inmediato. La justicia costarricense en lo
municipal tarda hasta 20 años para decidir. No nos podemos confiar y
por lo tanto entre más rápido se acuda a ella más rápido abrirán
los expedientes respectivos.
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