Percusionista, Director Musical Habana Compas Dance y Artista Independiente perteneciente al Fondo de bienes Culturales
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Posteriormente al desarrollo de mis labores como profesor y percusionista, me dediquĆ© a desarrollar una carrera en el mundo de la plĆ”stica, sin alejarme de la mĆŗsica.
Fui haciendo como una fusiĆ³n entre estas artes.
Ese resultĆ³ un momento muy fuerte para mĆ, porque convivĆa con dos manifestaciones de mucha fuerza, y a ambas les tenĆa que dedicar tiempo y mucho trabajo.
Era una Ć©poca en que para poder mantener con una buena sonoridad, a un grupo como Obbara, y a la vez, crear diversas piezas plĆ”sticas, y que una de esas obras lograra—sin estudios previos obtuve un premio internacional de artesanĆa aƱo 2001 fue algo que me dio mucha autoestima y fuerza. Y lo unĆa, a la satisfacciĆ³n que provocaba ver reconocida mi agrupaciĆ³n Obbara, y que ella estuviera dentro del gusto de la gente…
Desde entonces, en mĆ se produce una lucha muy fuerte… porque cuando me dedico mucho a la pintura la otra parte musical me reclama.
Una parte me da mucha tranquilidad espiritual y la otra me da la estabilidad econĆ³mica.
Las artes plĆ”sticas resultan mi sostĆ©n econĆ³mico, y la parte musical me enriquece espiritualmente, tambiĆ©n me gusta enseƱar…, pero casi que lo hago como hobby. La mĆŗsica es algo muy espiritual.
A pesar de no haber estudiado las artes plĆ”sticas, yo extendĆ mi obra creativa hacia ese nuevo campo, y no comencĆ© en una academia, sino que me acerquĆ© gracias a mi interĆ©s por el trabajo de lutier o de constructor de instrumentos musicales, y luego fue surgiendo todo lo demĆ”s.
Porque llegĆ³ un momento, en que mis inquietudes me llevaron a tallar rĆŗsticamente un tambor, en el aƱo 1995, una pieza esculpida sin conocimientos tĆ©cnicos, de la talla, ni de nada…
Como resultado obtuve una pieza deteriorada por completo, que me quedĆ³ llena de huecos… Y perpetuando mi apellido paterno y desconociendo su mala calidad, le denominĆ© “Cordovichi”.
Poco despuĆ©s logrĆ© entender que el vaciado de dicha “pieza”, no estaba bien hecho, y por eso lleguĆ© a pensar, con frustraciĆ³n que yo no servĆa para hacer instrumentos, y “la tirĆ© al abandono en mi casa”.
Lo interesante es que en pleno “PerĆodo especial”, vino un amigo y me dijo que habĆa abierto un espacio en una feria artesanal para vender instrumentos, y ahĆ fue cuando le dije: “tengo un instrumento ahĆ, que parece un EleguĆ””, y con la misma le puse un parche, y se lo di para que lo vendiera… Era evidente, que la uniĆ³n formada por mi falta de conocimientos sobre la talla en madera y mis necesidades econĆ³micas de entonces, me llevaron a eso.
Pero increĆblemente, a los pocos dĆas regresa mi amigo, y me dijo que querĆa cuatro tambores mĆ”s, que habĆa un cliente interesado. Entonces le pedĆ que intentara recuperar a “Cordovichi”, para poder reproducir el resto…, y asĆ me quedĆ© con el prototipo para siempre, como un amuleto. Fue entonces que me convertĆ en un artesano de instrumentos, y lo que empezĆ³ como un hobby, se convirtiĆ³ en algo mĆ”s serio, ademĆ”s de resolver mis problemas en el plano econĆ³mico, debido al precio satisfactorio en que logrĆ© vender dichas obras.
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