Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- “Estudié Administración de Empresas es mi carrera, pero realmente cuando me casé, tuve mis hijos seguidos y dejé de trabajar no puede seguir ejerciendo mi trabajo. Esto me llegó en un momento crítico, quería trabajar, pero por mis hijos no tuve la oportunidad de seguir donde estaba, llegó en ese tiempo una hermana de los padres de mis hijos que me recuerdo se llama Silvia Vargas, que me expulsó que donde ella “vivía están dando un curso de estilismo. ¿Qué si a mí me gustaría participar o estudiar en eso?”, detalló, Ruth Mayorga, quien es propietaria de Sala de Belleza Ruty.
“Antes de meterme al mundo del estilismo, estaba decorando colegios o algunos tipos de fiestas como una forma de estar en mi casa y con mis hijos. Pero bueno allí andaba con mis hijos, como tuve a los dos seguidos no había manera de que yo pudiera salir a trabajar. Por eso me metí a estudiar belleza, toda el área de belleza, ella me dijo “métase en esa área de allí, a ver si le gusta así dure un año vimos un poco estilismo, un poco estética, masajes, manicure, pedicure, etc.”.
Agregó, “al principio me gusto toda esta área de estética, los masajes, durante ese año de estudio, fue muy duro porque económicamente no tenía los medios para comprar los productos, ni las maquinas que cuestan tanto, me di la tarea, me recuerdo que la profesora me decía “vengase y yo les voy prestando las herramientas, pero tienen que conseguírselas para trabajar”. Poco a poco fui comprando las mismas, el padre de mis hijos me apoyo mucho y me puse a estudiar belleza”.
Con Mayorga conversó el Periódico La Voz de Goicoechea.
¿Te llamó la atención brindar la atención profesional de los masajes terapéuticos y relajantes a tus clientes?
Efectivamente, me metí a estudiar y trabajar también en eso mismo me dieron la oportunidad en Guadalupe en una estética, allí trabajé por 5 años. Tuve una experiencia super linda en ese tiempo, mi jefa me enseño se entrego completamente y me enseño bastante.
Después renuncié y dije voy a montarlo en casa, pues así lo hice, compré una camilla y comencé a dar masajes. Después me puse a ser uñas como en un pupitre en la sala de mi casa, por semana si acaso me llegaban dos clientas, mi primera clienta famosa en el pueblo Roxana Vásquez, ella fue algo maravilloso tenerla en mi salón y ella tenía muchas amistades. Entonces, me promocionaba.
¿Cómo surge la idea de especializarse en cabellos?
Posteriormente, las mismas clientas me comenzaron a decir “Ruth ¿Por qué no me planchas el cabello?, y comenzaron a pedirme ya tenía bastantes clientas. Pero me daba un poco de miedo, hacer el cabello, entonces, contraté a una muchacha llamada Irania López que me duró como 5 años, después decidió renunciar, dijo que “estaba cansada” y para mí fue algo terrible, porque yo decía “ahorra que hago”, me va a abandonar y hasta me enoje con ella.
Me recuerdo que mi agente de ventas Kenia, ella me decía “vea Ruth usted supérese métase a estudiar estilismo porque siempre ve va a pasar lo mismo, va a enseñar se le van a ir, entonces, Usted tiene que estar a la defensiva” y le dijo yo “ok, voy a meterme a estudiar”, me metí a estudiar fuerte, porque tenía a mis hijos también la parte del estilismo, me costó la primera clase que llegue a meterme a estudiar eran solo números, números y números.
Yo decía, “yo no lo logró, no puedo con esto porque eran muchos números”, la primera clase que lleve fue en el lado de FECOSA. Había que aprenderse los números de los tintes, fórmulas y expresaba “¿Qué es esto parece que estoy estudiando matemáticas?” y teníamos que aprendernos todo. Venía como decepcionada del curso el primer día de clases y manifestaba “yo no puedo”.
Pero seguí insistiendo apoyándome en mi familia, en mis hermanos, en mis agentes de ventas y allí seguí en la lucha hasta que ya me gustó y todo se lo puse en las manos de Dios en ese momento y salió una oportunidad de ir a estudiar a México lo que eran cursos de cabellos platinos, blancos. En ese tiempo ahorre, el padre de mis hijos me ayudo me echó el hombro y me fui para México a estudiar.
Fue una experiencia super linda, conocí a unos amigos preciosos, vine con todo y puntualicé “Sala de Belleza Ruty, necesita crecer”.
Al inicio yo les lavaba a mis clientas el cabello en la pila de mi casa porque no tenía lava cabezas, pero ellas todas lindas aceptaron, más de una salió bañada, la verdad, pero tuvieron paciencia conmigo y conforme fuimos trabajando nos fuimos dando un poco de fama, siempre me decía una colega “la propaganda no es lo que cuenta, sino hacer un buen trabajo al cliente que el mismo salga satisfecho”.
Después de allí la empecé ya tenía mucha clientela, tuve que meter dos trabajadores más y se me hizo grande el salón ya no cabíamos trabajamos todas empuñadas, el calor nos ahogaba, las chicas me decían “Ruth ya no cabemos aquí, las clientas y todo”. Entonces, tuve que hacer más grande el salón y después se me salió una oportunidad muy grande que quería dar academia. Me metí también a estudiar para ser profesora de estilismo.
Posteriormente de allí me metí a Guadalupe a alquilar un negocio que era bastante grande el lugar, me di la oportunidad, traía cafetería, salón de belleza, barbería, estilismo, metimos manicure y metimos todo lo que es la parte de estética. Estuvimos un tiempo alquilándole a una empresa llamada PECOSA.
Allí me fui ayudando poco a poco. Todo iba surgiendo muy bien, pero llegó un momento que me metí tanto trabajo que tuve que pensarlo bien y devolverme a casita. En mi casa de nuevo devuelta, ya ahora si creo que Él fue el que me dio el valor de decir a los padres de mis hijos “necesito la casa para poder construir el salón y yo construir atrás la casa”. Él incluso me dijo “¿Está segura?, pero con la cantidad de clientela que yo me tenía, soy de metas y entonces expresé “Sí” puedo y gracias a Dios convertí mi casa en salón.
Ya no es tan grande como el de Guadalupe, pero es cómodo, tenemos barbería, estética, estilismo, manicure. Entonces, estoy aquí como dicen de pie. Me a costado mucho. En el tiempo que me devolví para construir en casa fue fuerte porque tuve cáncer.
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