Job 27:3: “Porque mientras haya vida en mí, y el aliento de Dios esté en mis narices”
Por Juan Ramón Díaz Bermúdez
Comentario
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Jehová promete a sus fieles siervos darles vida, salud, y protegerlos de todo mal.
El aliento de vida que Dios nos brinda es extraordinariamente fascinante Él, siempre es un respiro en esos momentos de impotencia emocional.
Los seres humanos estamos bendecidos por el gran amor que Dios nos brinda, porque Él es un Dios de perdón, de misericordia y un Dios de paz.
Nuestro creador tiene total control en nuestras vidas.
Él nos guía en por un buen camino, nos orienta los pasos que damos durante nuestras vidas.
Si aprovechamos el amor de nuestro Padre Eterno, siempre estaremos bendecidos por y llenos de vida.
Dios es el camino, la verdad y la vida sin Él no somos nada, ni nadie.
Él que no está con Dios está completamente solo, perdido, bajo un mundo que está gobernando por un ser maligno.
Por ello, debemos mantener una unión mutua, con nuestro Padre celestial, porque el siempre será nuestro aliento de paz, ese respirar que penetre nuestras narices y nos llene de esperanza, de alegra y llena nuestro interior.
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