Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Muchos juegos virtuales contribuyen una cultura de guerra y crueldad. En este sentido, no se puede afirmar que el mundo online donde están aprendiendo miles de estudiantes contribuya a una educación liberadora, crítica y solidaria.
No existe educación donde no se logran observar cambios sociales y es preferibles que estos vayan acordes con el desarrollo sostenible, acompañados de una verdadera conciencia social, de estos grupos e instituciones que nos llenan de esperanza frente a un punto de vista capitalista.
Están ellos tratando de ayudar de una forma desinteresada a la sociedad.
En la web se está enseñando otros tipos de héroes, muy alejados de Mandela, Gandhi, M. Lucher King, Madre Teresa de Calcula, Sandino, Darío y Simón Bolívar. Debemos salvar nuestra identidad social y cultural, frente a lo que está pasando en el mundo online.
La educación no solamente debe estar impartida para la formación del empleo, es fundamental también otro tipo de saberes como la educación cívica que ayudan a formar una identidad.
Estos grandes cambios no pueden realizarse con fórmulas matemáticas generalmente, sino con lógica dialéctica y con estrategias basadas en la teoría de la complejidad, que no es igual a dificultad.
Los educadores deben educar para discernir entre la verdad y la mentira en la era de la globalización, en otras palabras, de pensar en forma crítica.
La sociedad tuvo que aprender a desaprender, ya por lo menos se cree que mucha a entendido que el dicho popular “agua que nos has de deber déjala correr”, ya bajo los efectos de cambios climático que estamos viviendo no es lógico desde ningún punto de vista de muletilla, todos ahorra hemos reconocido excepto algunas excepciones muy pocas que el agua si es un bien agotable.
Un modelo educativo del cual podemos aprender es el finlandés, pero no podemos copiar, porque está basado en este país, que es considerado uno de los mejores. El mismo en su mayoría es financiado por el estado, la jornada escolar es corta y las vacaciones duran 10 semanas. El promedio de los alumnos colegiales es de 195 y la clase 19 alumnos. Este no se basa en test de rendimientos, sino en educación para la vida.
Todos decimos que estamos en la era tecnológica, sin embargo, pocos meditamos que ningún aparato con inteligencia artificial, va a poder sustituir a la obra del Creador, ya que Él nos doto de inteligencia espiritual y emocional, esto hace que podamos tener valores, actitudes, creatividad y autoconciencia.
Las empresas de la información y comunicación en la actualidad se han convertido en el cuarto poder la república. Todo parece indicar que la información se ha logrado convertir en una simple mercancía.
Esta era digital, más bien está llena de noticias falsas que nos venden por la mal llamada globalización, es triste saber que estas tienen el poder de transformar mentalidades de algunos seres humanos que ni siquiera se sientan a analizar lo que nos quieren transmitir estos industriales.
Es así como la guerra mediática son armas de destrucción masiva de mentes por medio de la distorsión de la verdad.
En este sentido, twitter calcula que existen al menos 27 millones de cuentas falsas.
Google domina las búsquedas mundiales online ya que cerca del 90 por ciento de estas son hechas por este.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones en su informe de 2016 (ITU, 2016), afirma que cerca de 830 millones de personas entre 15 a 24 años tienen acceso a internet.
Esto equivale al 80 por ciento de la población joven en 104 países.
Facebook, es uno de los gigantes de las redes sociales, tiene datos precisos de nosotros, para luego que sean vendidos a empresas, que nos vienen a ofrecer productos mediante sus inteligencias artificiales.
Ante toda esta era de lavado de cerebros, sigo considerando que la educación no es un gasto, sino una inversión, así como un derecho humano y esta debe servir para meditar nuestros actos y nunca debería ser convertida en mercancía.
Desde esta óptica Freire nos propone una educación para los oprimidos, que conlleva a una educación para la democracia.
Se debe instruir para obtener un fin, este debe ser para transmitir valores, actitudes y modelos de comportamientos desde una educación integral, tal y como se desprende de las mismas palabras del Papa Francisco que desea que podamos llevar un mensaje de una buena calidad de moral a los educadores, la cobertura de un nuevo modelo educativo extraescolar de la sociedad de mercado, el agotamiento de la naturaleza y del medio ambiente.
Debemos en este sentido socializar y adentrarnos en el mundo de la cultura, del super ego del cual escribía con mucha propiedad Freud.
Ante una realidad la Unión Europa calcula ya casi en 1.7 millones la población de robts, donde se ha tenido que incluso aportar a la regulación jurídica de la misma, tal y como lo dibuja Bill Gates.
Incluso algunos diputados europeos han llegado a pensar legislar como si estos fueran humanos y cobrarles impuestos.
En noviembre del 2016 China aprobó la Ley de Ciberseguridad y la Unión Europea ha iniciado en el 2017 una legislación sobre la robótica.
La Universidad de Oxford y el Banco Mundial afirman que, por ejemplo, en Estados Unidos de Norteamérica, el 47 de toda la fuerza laboral, está amenazada por los avances de la automatización, robotización y a lo que denominan inteligencia artificial.
El Banco Mundial estimó que el porcentaje que es mayor en países de Argentina (65 por ciento), India 65%, India 69% y China 77% (BBC Mundo, 12 de febrero 2017). En algunos países, los robots ya dominan la producción manufacturera.
Existen una lista de profesionales que corren el riesgo de ser sustituidos por robots, como doctores, cirujanos, nutricionistas, dentistas, podiatras, psicólogos, periodistas, maestros, administradores de empresa, entre otros.
Es hora de meditar al respecto.
*Fuente: Libro “El mañana empezó ayer”, del doctor Francisco José Lacayo Parajón.
*Estudiante de Doctorado de la Universidad Jean Jacques Rousseau.
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