Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- La música tienen varias funciones. Es sabido que en las etapas tempranas en la niñez aquellos que son expuestos a mayores estímulos, desarrollan mejores mecanismos que luego intervienen en la toma de decisiones en la etapa adulta. La música es uno de esos estímulos. Pero además la música tiene una función balsámica, una función sensibilizadora y además por su naturaleza funcional estimula la socialización. Desafortunadamente esas características son tan sutiles que algunas personas incluso se atreven a dudar de sus bondades”, aseguró Iván Raymores, quien nació en una familia amante de la música.
Los familiares de Raymores aunque ningún miembro de la familia se dedicó profesionalmente a la música, en cada reunión familiar de esta era una excusa para que uno o varios quedasen cantando o tocando algún instrumento.
El hermano de este incluso compró un día una guitarra barata para aprender y la abandonó al mes. Allí entró Iván a aprender de forma autodidacta. Su abuelo, que fue quien mayormente lo estimuló a continuar con la guitarra tocó la trompeta cuando yo aún no había nacido.
Su madre desde joven cantaba en todo sitio en donde le dieran la oportunidad hasta que su madre, la abuela de Raymores le prohibió ir más a la radio (en esa época los concursos radiales de artistas nóveles eran comunes) porque eso no era propio de una dama, según su visión.
Ya de adolescente Iván estuvó un año en el conservatorio nacional aprendiendo guitarra clásica y le fue bastante difícil según cuenta, porque, aunque ya tocaba algunas piezas populares, su forma de tocar era lo más alejado técnicamente de lo que allí se enseñaba. Así que lo dejó y tomó clases privadas.
Según narra “Yo le descubría a Van Halen y él me enseñaba el método Carcassi. Durante varios años seguidos recuerdo hacer bastante dinero (para un adolescente) tocando en un trío durante los días de la madre y los 14 de febrero, junto con mis hermanos y algún amigo. Al salir de la secundaria ya tenía varios instrumentos y equipos caseros para grabar, que siempre ha sido mi otra pasión, con lo que siguió el paso natural siguiente: ¡crear una banda!”.
Él estuvo tocando con compañeros de clase, con vecinos, con sus hermanos, con amigos, hasta que fundaron entre varios amigos una banda estable: Peso Neto. Hicieron un par de discos y de repente con sus 21 años estuvieron sonando en todas las radios con el tema “Vampiro abstemio” escrito por su hermano (Por cierto, estuvieron tocando en el Festival San José 90 en Costa Rica), pero bueno eso es otra historia...
Con Raymores conversó el Periódico La Voz de Goicoechea.
¿Cómo calificas la gestión cultural en Panamá gubernamental?
Aunque ya llevo un par de décadas fuera de Panamá, intento mantenerme informado al respecto.
Aunque pienso que en toda América Latina la gestión cultural por parte del estado va un poco por detrás.
La cultura en general y la música en particular tienen un matiz de entretenimiento/fiesta que desacredita la esencia de la verdadera función de la cultura.
También juega un papel importante la excesiva glorificación de lo foráneo junto a la inmediatez y masividad de consumo.
El arte se ha centrado en cantidad más que en calidad, en forma más que en fondo.
Sin embargo debo decir como algo positivo que recientemente en Panamá se ha creado -por fin!- el Ministerio de Cultura (antes el sector cultural había sido manejado por el Instituto Nacional de Cultura, una institución con menor rango y por ende menor presupuesto de actuación).
¿Cuáles son tus principales éxitos, obstáculos, desafíos, triunfos como cantante?
Yo he sido un cantante tardío.
Durante toda mi vida musical me dediqué a tocar, componer, grabar o producir para otros y no fue hasta el año pandémico que, por el aislamiento, las herramientas con las que contaba y las ganas de contar mis propias historias, decidí comenzar esta andadura.
Dicho esto, queda claro que mi mayor éxito ha sido convertir algo negativo como una pandemia mundial en una oportunidad para crear y para expresarme.
Asimismo, mi mayor reto ha sido promover mi música en un momento tan delicado. Mi desafío es poder dedicarme enteramente a crear.
¿Algo más que deseas agregar?
Sólo quería dar las gracias por la oportunidad y por promover cultura en estos momentos tan difíciles para muchos. Cuando te pueda servir en algo, aquí estamos. ¡Saludos!
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