Por Luis Jiménez
El objetivo de esta iniciativa es luchar contra la desinformación.
Tal y como recoge el vídeo, desarrollar una vacuna es un proceso sumamente complejo que dura de media entre cuatro y siete años. La comunidad científica ha logrado crear una vacuna contra la COVID-19 en un plazo de tiempo de menos de un año, sin comprometer por ello los estándares habituales de calidad, seguridad y eficacia.
Su tiempo récord no se debe a que se hayan omitido fases de investigación y evaluación, sino a muchos factores
Nos encontramos, por tanto, ante una situación sin precedentes que ha acelerado de manera exponencial la llegada de la vacuna.
Si bien es cierto que se han conseguido en un tiempo récord, no se debe a que se hayan omitido fases de investigación y evaluación, sino a muchos factores a tener en cuenta como los siguientes:
En este sentido, es fundamental recordar que cualquier medicamento o vacuna aprobada por las autoridades va a tener siempre mayor beneficio que riesgo para nuestra salud.
Además, para conocer mejor y monitorizar continuamente este balance beneficio-riesgo de las vacunas autorizadas es muy importante que los profesionales sanitarios y también los ciudadanos notifiquen cualquier sospecha de reacción adversa durante el uso de las mismas a las autoridades correspondientes.
Las vacunas autorizadas tienen una seguridad contrastada, pero es muy importante que estés alerta ante una sospecha de reacción adversa y la comuniques: ¡Es fundamental para asegurar la salud de todos!
Y recuerda… Está demostrado que las vacunas no suponen una protección total frente al coronavirus, por lo que es importante mantener las medidas preventivas frente al contagio.
Tal y como recoge el vídeo, desarrollar una vacuna es un proceso sumamente complejo que dura de media entre cuatro y siete años. La comunidad científica ha logrado crear una vacuna contra la COVID-19 en un plazo de tiempo de menos de un año, sin comprometer por ello los estándares habituales de calidad, seguridad y eficacia.
Su tiempo récord no se debe a que se hayan omitido fases de investigación y evaluación, sino a muchos factores
Nos encontramos, por tanto, ante una situación sin precedentes que ha acelerado de manera exponencial la llegada de la vacuna.
Si bien es cierto que se han conseguido en un tiempo récord, no se debe a que se hayan omitido fases de investigación y evaluación, sino a muchos factores a tener en cuenta como los siguientes:
- Se han dedicado muchos recursos, más que nunca, ante la gravedad y magnitud de la pandemia, financiando la producción para poder disponer de millones de dosis en el menor tiempo posible.
- No se ha partido de cero, sino que ya se disponía de una amplia y probada experiencia sobre cómo desarrollar vacunas con garantías de calidad, seguridad y eficacia.
- Se han compartido experiencias y conocimientos entre los profesionales sanitarios e investigadores para conseguir un beneficio colectivo y avanzar más rápido.
- Y, sobre todo, se ha acortado la fase de investigación clínica, integrando las diferentes fases en un protocolo simplificado y adaptado a la situación actual, pero con las mismas garantías de calidad, eficacia y seguridad.
- Los laboratorios farmacéuticos están produciendo vacunas “a riesgo”, es decir, están fabricando sus vacunas antes de conocer los resultados de los ensayos clínicos y si estas van a ser autorizadas por las agencias regulatorias.
En este sentido, es fundamental recordar que cualquier medicamento o vacuna aprobada por las autoridades va a tener siempre mayor beneficio que riesgo para nuestra salud.
Además, para conocer mejor y monitorizar continuamente este balance beneficio-riesgo de las vacunas autorizadas es muy importante que los profesionales sanitarios y también los ciudadanos notifiquen cualquier sospecha de reacción adversa durante el uso de las mismas a las autoridades correspondientes.
Las vacunas autorizadas tienen una seguridad contrastada, pero es muy importante que estés alerta ante una sospecha de reacción adversa y la comuniques: ¡Es fundamental para asegurar la salud de todos!
Y recuerda… Está demostrado que las vacunas no suponen una protección total frente al coronavirus, por lo que es importante mantener las medidas preventivas frente al contagio.
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