Isaías
43:2: “Cuando
pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama
arderá en ti”.
Por Leonel Macías
Comentario
LA
VOZ DE GOICOECHEA.- No
hay ningún puente: hemos de pasar por las aguas, y sentir el ímpetu
de las corrientes.
La presencia
de Dios en toda inundación es mejor que cualquier transbordador.
Hemos de ser
probados, pero saldremos triunfantes, pues el propio Jehová, que es
más poderoso que las muchas aguas, estará con nosotros.
Él podría
parecer alejado de su pueblo en otras circunstancias, pero de seguro
estará con ellos en las dificultades y en los peligros.
Las
aflicciones de la vida podrían alzarse a una extraordinaria altura,
pero el Señor estará a la altura de cualquier ocasión.
Los
enemigos de Dios podrían poner peligros de su propia hechura en
nuestro camino, es decir, persecuciones y crueles mofas que son como
un ardiente horno de fuego.
¿Qué pasa
entonces? Pasaremos por los fuegos. Estando Dios con nosotros, no nos
quemaremos; no, ni siquiera el olor del fuego se nos impregnará.
El
02 de febrero de este año 2021 mi esposa fue ultrajada por un
sujeto. Que al quererle robar su celular la apuñaleo por la espalda
perforándole el pulmón izquierdo, vi en el quirófano como mi
esposa se quedaba muerta y me dije a mi mismo “la perdí, maldito
satanás, me la quitaste”, entre lágrimas y un gran nudo en la
garganta me postre ante Dios ahí en la puerta de la sala de
operación a orar cuando al pasar los minutos un médico salió
gritando de alegría y diciendo “volvió la recuperamos”, solo
vi a los doctores entrar rápidamente mientras yo seguía de
rodillas, sabía que Jesús la había salvado fue real lo viví en
carne propia.
Eso hizo que
mi fe y confianza creciera más en él. Puedo decirte con certeza
que la muerte había venido por mi esposa, pero mi señor Jesucristo
a quien sirvo me dio la segunda oportunidad de tenerla conmigo.
Así me la
dejo el sujeto que me la puñaleo satanás, pero Jesús no dejó que
muriera. A mi esposa le tuvieron que poner un drenado para
retirarle la sangre coagulada que se le había quedado interno en el
pulmón. Ella vendía meneítos, gaseosa
y golosinas para ayudarme a pagar el terreno en el cual hoy
pastoreo.
Tengo un hijo de 4 años en ese entonces, tenía 3
años y yo le decía a mi padre que le diré a mi hijo cuando me
pregunte por su madre si el tiempo que ella estuvo en el hospital él
y yo llorábamos con amargura al sentir su ausencia. Vive cristo y
siempre le estaré agradecido de haberme librado de esa desgracia.
Mi padre,
falleció del CORONAVIRUS hace 2 años yo estuve en la morgue con él
y gracias a Dios estoy vivo de milagro. Se llamaba Mario José
Macias.
Esto es una promesa
El servicio
del templo es llegar a los más necesitados, predicarles la Palabra
de Dios para que sean salvos por Jesucristo, hacer obras sociales y
llevar la carga de los demás, recordando el primer mandamiento
escrito en Marcos
12:30 “Y
amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal
mandamiento”.
Por
revelación. Yo servía a Dios, asumía la responsabilidad de otros
que dejaban abandonado el redil o a las ovejas, les
predicabas.
Hacia culto de acción de gracia. Convocaba
amigos, vecinos y familiares y luego me fui quedando con un grupo que
me buscaba y de esta forma los lidereaba.
Fue ahí donde
comencé a sentir pasión y amor por las almas comprendí que
nosotros los seres humanos estamos llenos de errores e imperfecciones
pero el propósito de Dios es mayor que nuestro errores y el que
comenzó la obra en nosotros la ira perfeccionando hasta el día que
Cristo venga según su palabra.
Tengo el llamado a pastorear
lo sentí y lo oí antes de ser llamado por el hombre de Dios.
Tuve una
revelación donde vi a un hombre de blanco dándome un rollo de papel
y me decía que les predicara a los religiosos. Que le dijera que él
es real y que vendría por su iglesia y que daríamos cuenta por cada
palabra ociosa, que la escritura se hizo para instruir, redargüir,
enseñar y exhortar como lo dice 2 Timoteo 3 16.
Cristo viene
pronto el llamado me lo hizo Jesús y luego este ministerio Mundial
Maranatha en el cual sirvo. Bajo la dirección de nuestro Apóstol
Nahum Rosario y Minerva de Rosario.
Fui rescatado de las
drogas, vicios y pandillas.
Mi hijo primogénito es un
milagro, estuve casado 10 años con mi esposa y nada de ver un bebé
hasta que decidimos hacer un servicio de acción de gracias y darle
la gloria a Dios compartiendo 300 platos de comida y no me avergüenzo
del evangelio porque de lo vil y menospreciado escogió Dios para
avergonzar a los sabios de este siglo amen y amen.
Nuestra
iglesia queda en Masaya, Nicaragua 30 kilómetros de Managua, la
capital de Nicaragua, se llama Centro Cristiano de Avivamiento
Maranatha.
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