Por Luis Jiménez
La muerte ciertamente es algo que le llegará a todo ser humano en un momento específico de su vida, pues la Biblia declara que toda persona nace, fallece y eventualmente Dios dictamina el lugar al que irá el alma de este individuo por la eternidad (el cielo o el infierno).
No obstante, los fieles seguidores del catolicismo, en un acto de prepararse «para la vida eterna», pueden, según el portal ACI Prensa, recurrir a la oración del Piadoso ejercicio para alcanzar una buena muerte, la cual está registrada en su Enciclopedia Católica.
José Gálvez Krüger, director de la Enciclopedia Católica, explicó en un artículo publicado por la agencia de noticias religiosa con sede en Perú, que el ejercicio tiene como finalidad dar mérito a Dios por las llagas de Cristo, «para expiar y reparar los pecados propios».
Con esto, según explica, «a la vez que adoramos las llagas expiamos y reparamos nuestras malas obras (que son las manos), nuestros malos pasos (los pies), y nuestros afectos desordenados (el corazón)».
«Toda la Pasión de Cristo es adorable. Podemos pedir favores al Cielo, e invocar misericordia, por todas y cada una de las Santas Llagas», agregó, dando a entender así que esta es, desde la perspectiva católica, la mejor forma de obtener el perdón de los pecados y una mejor muerte.
Tomando en cuenta la tradición religiosa de los católicos, realizar esta oración es un acto de humildad.
«Amado Redentor mío, recíbeme entonces en tus llagas, puesto que yo desde ahora me abrazo a Ti, y protesto que quiero entregar mi alma en la llaga amorosa de tu sacratísimo costado», se puede leer en una parte de la oración.
El rezo en sí puede resultar un poco polémico y controversial desde un punto de vista bíblico, debido a que la oración hace una clara referencia al purgatorio, nombra a María dándole un alto reconocimiento y hace peticiones a José, esposo de María y al arcángel Miguel; algunos aspectos que no se apegan a lo que las Escrituras enseñan sobre este asunto.
«Y Tú, Virgen Santísima, Abogada y Madre mía María; después de Dios, Tu eres y serás mi esperanza y mi consuelo en la hora de la muerte», dice la parte en énfasis a María.
«Y Tú, Protector mío San José, San Miguel Arcángel, Ángel Custodio, Santos mis abogados, ayúdenme en aquel trance extremo, en aquel último combate y llévenme a la Gloria celestial», se lee acerca de José y Miguel.
La Biblia nos enseña que existe una eternidad después de esta vida, una donde nuestra alma va a un lugar en específico, ya sea el cielo o el infierno, puesto que el purgatorio no se nombra en las Escrituras.
La única forma de adquirir la salvación es por medio de la oración de fe (Romanos 10:9), aceptando a Jesús en nuestro corazón como Señor y Salvador.
No se puede escapar de la muerte, pero sí de la condenación eterna, es por ello que Cristo se sacrificó por nosotros, para que tuviéramos acceso al Padre y a la vida eterna como un regalo que no merecíamos pero que si necesitábamos.
No existe una forma de elegir o cambiar la manera en que moriremos, pero sí podemos decidir donde queremos pasar nuestra eternidad, y Dios nos ha dado como opción más sencilla, seguirlo y caminar junto a Él.
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros.
Déjanos tus comentarios, sobre está o cualquier otra publicación;
nos interesa tú opinión al respecto. Te invitamos a participar...
Escríbenos a nuestro correo electrónico
No obstante, los fieles seguidores del catolicismo, en un acto de prepararse «para la vida eterna», pueden, según el portal ACI Prensa, recurrir a la oración del Piadoso ejercicio para alcanzar una buena muerte, la cual está registrada en su Enciclopedia Católica.
José Gálvez Krüger, director de la Enciclopedia Católica, explicó en un artículo publicado por la agencia de noticias religiosa con sede en Perú, que el ejercicio tiene como finalidad dar mérito a Dios por las llagas de Cristo, «para expiar y reparar los pecados propios».
Con esto, según explica, «a la vez que adoramos las llagas expiamos y reparamos nuestras malas obras (que son las manos), nuestros malos pasos (los pies), y nuestros afectos desordenados (el corazón)».
«Toda la Pasión de Cristo es adorable. Podemos pedir favores al Cielo, e invocar misericordia, por todas y cada una de las Santas Llagas», agregó, dando a entender así que esta es, desde la perspectiva católica, la mejor forma de obtener el perdón de los pecados y una mejor muerte.
Tomando en cuenta la tradición religiosa de los católicos, realizar esta oración es un acto de humildad.
«Amado Redentor mío, recíbeme entonces en tus llagas, puesto que yo desde ahora me abrazo a Ti, y protesto que quiero entregar mi alma en la llaga amorosa de tu sacratísimo costado», se puede leer en una parte de la oración.
El rezo en sí puede resultar un poco polémico y controversial desde un punto de vista bíblico, debido a que la oración hace una clara referencia al purgatorio, nombra a María dándole un alto reconocimiento y hace peticiones a José, esposo de María y al arcángel Miguel; algunos aspectos que no se apegan a lo que las Escrituras enseñan sobre este asunto.
«Y Tú, Virgen Santísima, Abogada y Madre mía María; después de Dios, Tu eres y serás mi esperanza y mi consuelo en la hora de la muerte», dice la parte en énfasis a María.
«Y Tú, Protector mío San José, San Miguel Arcángel, Ángel Custodio, Santos mis abogados, ayúdenme en aquel trance extremo, en aquel último combate y llévenme a la Gloria celestial», se lee acerca de José y Miguel.
La Biblia nos enseña que existe una eternidad después de esta vida, una donde nuestra alma va a un lugar en específico, ya sea el cielo o el infierno, puesto que el purgatorio no se nombra en las Escrituras.
La única forma de adquirir la salvación es por medio de la oración de fe (Romanos 10:9), aceptando a Jesús en nuestro corazón como Señor y Salvador.
No se puede escapar de la muerte, pero sí de la condenación eterna, es por ello que Cristo se sacrificó por nosotros, para que tuviéramos acceso al Padre y a la vida eterna como un regalo que no merecíamos pero que si necesitábamos.
No existe una forma de elegir o cambiar la manera en que moriremos, pero sí podemos decidir donde queremos pasar nuestra eternidad, y Dios nos ha dado como opción más sencilla, seguirlo y caminar junto a Él.
*
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros.
nos interesa tú opinión al respecto. Te invitamos a participar...
Escríbenos a nuestro correo electrónico
2017 ® 2021
Producciones Periodísticas y
Publicitarias Montezuma
0 Comentarios
Queremos ver tus comentarios, estos nos enriquecen y ayudan a mejorar nuestras publicaciones :
_______________________________________________