Por Ronald Arrieta Calvo
LA VOZ DE GOICOECHEA. - Toda vez que se hace un señalamiento por faltas de Carlos Murillo, este sale al paso con la irrespetuosa frase, “no hay que brincar cuando el suelo está parejo” tal y como cuando negó tomar fondos públicos para comprar comida para reuniones en días lunes por la tarde. Siguiendo esa lógica, una consecuencia ineludible es que cuando el suelo NO está parejo SÍ hay que brincar tal y como lo hicieron la síndica Iris Vargas y el síndico Carlos Alfaro en la sesión ordinaria próxima pasada.
Bache número 2: Con el fin de no desperdiciar tanta comida tomaron parte de la actividad personas no autorizadas, todas ellas allegadas política o laboralmente a Murillo.
Bache número 3: A pesar de que está estipulado que de las sesiones extraordinarias únicamente se pagará dieta por las dos primeras de cada mes, Murillo indicó que la sesión extraordinaria del 17 de enero sería no-paga, Lo cual es falso porque era la segunda extraordinaria del mes. Con esto se ha provocado un daño económico a quienes no podían asistir por la mañana.
Bache número 4: En la sesión ordinaria de ese mismo día 17 de enero en horas de la noche, ante el señalamiento de los síndicos Carlos Alfaro e Iris Vargas de los posibles abusos de fondos públicos, Murillo, en forma insolente contestó:” no hay que brincar cuando el suelo está parejo”. Además, hizo una cantinflesca justificación de su desacertado proceder, aduciendo que se trataba de una “Fiesta nacional”.
Bache número 5: Cuando en esta sesión se llegó a control político, Murillo ignoró que varias personas habían pedido la palabra y dio por concluida la sesión. Negó la palabra para evitar el control político, función primordial en la defensa de los intereses de los contribuyentes.
Si el suelo está parejo, ¿por qué Murillo tuvo miedo del control político?
Bache número 6: La sesión ordinaria en vez de durar 150 minutos, duró vergonzosamente menos de 30. Es decir, se las pagará dieta completa por haber “trabajado” tan solo una quinta parte.
Ante tanta irregularidad no queda duda que el suelo está muy disparejo. No brincar es ser cómplice. Los y las contribuyentes debemos agradecer al Síndico Carlos Alfaro y a la síndica Iris Vargas por defender nuestros intereses brincando en el momento preciso y no quedándose quietos cuales siervos menguados.
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