Por Luis Jiménez
Anthony Loffredo era una persona normal hasta que se dio cuenta de que no era feliz con su vida. Pero en lugar de cambiar de trabajo o buscarse un hobby con el que disfrutar en su tiempo libre, decidió transformarse íntegramente y convertirse en un alien. Y ha dedicado los últimos años a ese objetivo sin reparar en gastos.
Hoy, Anthony tiene 31 años. Sigue midiendo 1,80 y pesando 90 kilos, pero son las únicas características que conserva de su aspecto anterior.
Desde que hace casi siete años comenzara su transformación ha conseguido no parecerse en nada a la persona que fue. Hoy ya posee una imagen que da miedo, aunque él asegura que únicamente ha alcanzado el 18 por ciento de su proceso de cambio.
En los primeros cuatro años eliminó las orejas, se operó la lengua para asemejarse a la de una serpiente, se tatuó todo el cuerpo de color negro e, incluso, se oscureció el blanco de los ojos para que su mirada fuera aterradora. Por si todo eso fuera poco, se colocó unos implantes en la cabeza, totalmente afeitada y tatuada, para conseguir un aspecto único.
Hoy, Anthony tiene 31 años. Sigue midiendo 1,80 y pesando 90 kilos, pero son las únicas características que conserva de su aspecto anterior.
Desde que hace casi siete años comenzara su transformación ha conseguido no parecerse en nada a la persona que fue. Hoy ya posee una imagen que da miedo, aunque él asegura que únicamente ha alcanzado el 18 por ciento de su proceso de cambio.
En los primeros cuatro años eliminó las orejas, se operó la lengua para asemejarse a la de una serpiente, se tatuó todo el cuerpo de color negro e, incluso, se oscureció el blanco de los ojos para que su mirada fuera aterradora. Por si todo eso fuera poco, se colocó unos implantes en la cabeza, totalmente afeitada y tatuada, para conseguir un aspecto único.
Se quita la nariz
El último paso que Anthony Loffredo ha dado en su proceso de transformación ha sido quitarse la nariz. Como ya hizo anteriormente que sus orejas y otras partes del cuerpo, se ha puesto en manos de un cirujano español, Óscar Márquez, por lo que las visitas a su clínica de Barcelona se han vuelto cada vez más habituales.
En una entrevista a Midi Libre, Loffredo reconoció que desde siempre se había sentido atraído por «las mutaciones y transformaciones del cuerpo humano». Primero se fijó en cómo modelaban sus cuerpos los culturistas viendo vídeos de YouTube y después pensó en hacer lo mismo, pero con su propio cuerpo y su gusto por los alienígenas. El resultado es el que está consiguiendo actualmente.
En la vida de Anthony Loffredo hay un antes y un después: cuando a los 24 años dejó su trabajo como guardia de seguridad y se fue a vivir a Australia una temporada. A su vuelta comenzó su proceso de transformación, algo que se ha convertido en «el proyecto de mi vida, nunca más se detendrá«. Y lo ha plasmado todo en The black alien project, la cuenta de Instagram donde va subiendo todos sus progresos y que ya acumula 182.000 seguidores.
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros.
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El último paso que Anthony Loffredo ha dado en su proceso de transformación ha sido quitarse la nariz. Como ya hizo anteriormente que sus orejas y otras partes del cuerpo, se ha puesto en manos de un cirujano español, Óscar Márquez, por lo que las visitas a su clínica de Barcelona se han vuelto cada vez más habituales.
En una entrevista a Midi Libre, Loffredo reconoció que desde siempre se había sentido atraído por «las mutaciones y transformaciones del cuerpo humano». Primero se fijó en cómo modelaban sus cuerpos los culturistas viendo vídeos de YouTube y después pensó en hacer lo mismo, pero con su propio cuerpo y su gusto por los alienígenas. El resultado es el que está consiguiendo actualmente.
En la vida de Anthony Loffredo hay un antes y un después: cuando a los 24 años dejó su trabajo como guardia de seguridad y se fue a vivir a Australia una temporada. A su vuelta comenzó su proceso de transformación, algo que se ha convertido en «el proyecto de mi vida, nunca más se detendrá«. Y lo ha plasmado todo en The black alien project, la cuenta de Instagram donde va subiendo todos sus progresos y que ya acumula 182.000 seguidores.
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