Jeremías 32:17: “¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti”
Por María Teresa Cabrera
Comentario
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Yo sé que mi redentor vive…Usted debe levantarse si está en México, en Colombia, en Estados Unidos, en Argentina, en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia, en Costa Rica donde quiera que usted me esté leyendo.
Es tiempo de levarse a creerle al Señor. No se agobie, no se angustie. No se atemorice, no crea que esa situación va a ser para siempre, yo vengo a decirte “que esa situación no es para siempre”.
Lo que usted está viendo en sus hijos no es para siempre, porque Dios los planeó, lo voy a volver a decir, Dios los planeó y lo que Dios planea siempre sale bien.
Tal vez usted está viendo caminar a sus hijos por caminos, valga la redundancia, que no son caminos de bendición, pero Él no se va a quedar allí, ella no se va a quedar allí, lo digo en el Espíritu en el nombre de Cristo Jesús.
Yo lo creó firmemente que hay un propósito para ese muchacho, que hay un propósito para esa muchacha, en el nombre de Jesús. En los cielos ya se escribió la historia y esa es la historia que prevalece. Esa es la historia que está marcada para tu hijo, esa es la historia que está marcada para tu hija. Así que levántate, corre ahora mismo al altar y trae el nombre de tu hija, trae el nombre de tu hijo, yo quiero orar por ellos.
Sigue diciendo la Palabra allí en primera de 1 Samuel 1:6 “Su rival, Penina, la provocaba amargamente para irritarla, porque el SEÑOR no le había dado hijos.” Nuevamente la etiqueta, tal vez han etiquetado a tus hijos, a tus hijas, pero Dios no las ha etiquetado, Él está esperando el momento preciso y el mismo es ahora. El momento es ya. El momento es ahora, créalo.
A pesar de que ella tenía una porción especial, estaba atormentada por su rival por Penina, por su situación, por su circunstancia.
Ella veía su situación, su porción y por otro lado, decía que ella tenía su rival, posiblemente riéndose, burlándose de ella, enseñándole a sus hijos, mostrando a sus hijos en el barrio y Ana no tenía ninguno. Pero Dios había planeado algo diferente. Dios ha planeado algo diferente, tal vez estas en angustias en esta momento viendo a tu hija a tu hijo en pecado, tal vez con una sentencia de un juez, tal vez con una sentencia de un doctor con un diagnostico funesto, pero Dios ha planeado otra cosa.
Esa es la ventaja que tenemos los hijos de Dios, que nosotros tenemos un Dios que ha planeado para nosotros. Penina quería verla enojada y posiblemente enojada con Dios.
No sé enoje con Dios por favor Señora, no se enoje con Dios por favor mi hermano. Dios es el único que nos puede ayudar en momentos difíciles, en momentos de angustia, de tormenta, es a Él que tenemos que acudir.
No permita que situaciones de salud, de sus hijos, situaciones financieras, vengan a opacar su fe, vengan a opacar lo que Usted, sabe las promesas de la Palabra, las promesas de Dios, son sí y amen y por eso nosotros debemos saber que sabemos que Dios es Poderoso, es incapable mi Dios, Usted debe creerlo Ana sabía donde ir en el verso 7 dice “Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía”.
Ana entraba en una depresión, pero Ana sabia donde ir, ella supo ir delante del Señor sepa dónde ir venga al altar, traiga a sus hijos, esa situación, que yo estoy creyendo, yo no vine a contarle una historia, yo vine aquí a contarle una experiencia, una experiencia con Dios.
Esta mujer tuvo una experiencia con Dios sigue diciendo la historia que ella llegó al templo abatida, atormentada y empezó a orar. El sacerdote la vio pensó que ella estaba ebria y le dijo ¿Qué porque? , que parara de tomar.
Ella le dijo no estaba tomando, que esta triste porque ella era estéril y que si Dios si me daba un hijo varón yo te lo entregará a Él todos los días de su vida. Respondió a esta el sacerdote “que se hiciera como esta quería”. Ella se fue para su casa y dice la Palabra que quedo embarazada, al año tenía a su bebe y ella cumplió su voto.
En el nombre de Jesús, si usted me está leyendo y usted dice pastora yo no tengo una ofrenda para dar, haga un voto con el Señor.
Dígale cuando tú me des yo llevaré al altar, pero levántese ahora en fe, esta mujer iba con fe. Cada año iba al altar por más Penina que tuviera en su casa, ella sabía dónde estaba su Dios y quien era su Dios.
Nosotros debemos saber ¿Quién es nuestro Dios?, saber que Él es Poderoso, que su mano no se ha cortado para bendecirnos, que es un Dios amoroso, que quiere lo mejor para nosotros, para tu hijo, para tu hija, corra ahora mismo al altar, traiga a su hijo por nombre y ponga la situación en el altar del Señor, no es delante de la pastora Tere, es delante, del rey de reyes del Señor de Señores, nada más y nada menos.
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