Historias de vida: La abuela Rosario

La abuela Rosario se adelantó a su tiempo. El destino extrañamente y sin razón la maltrató en su juventud cuando era una bella y espigada joven que con piel de nube y ojos de cielo se había refugiado en Esparta para crear a la/os hija/os, fruto de un desamor furtivo en San José, la ciudad Capital

LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Gerardo A. Pérez Obando GAPO).- La procesión al sur fue iniciada por Alberto en mil novecientos treinta y siete cuando el mercado de trabajo se le agotó en Esparta y un comerciante le pidió acompañarlo en su sueño de expansión a Puerto Cortés. Meses después, por circunstancias no previstas, ingresaba a la fuerza laboral de la United Fruit Company quien una vez establecido su hermano José Ángel seguíale sus pasos. Terminando la compañía de construir habitaciones familiares enviaron por su madre.

Rosario Pérez Solera se despidió de la pobreza franciscana que la rodeaba en las cercanías del cementerio de Esparza. Se subió al bus rumbo a Puntarenas sin intenciones de mirar hacia atrás. A nadie contó de sus planes, pero sus pocos familiares y vecinos se extrañaron porque tenía varios años sin salir de las cuatro paredes de su casucha salvo en momentáneas y cortas escapadas. Al día siguiente se sabría que la habían visto abordando un lanchón en el muellecito de Puntarenas.

Mi primer encuentro se remonta a mi novecientos cincuenta y cinco. Se me acercó y sin hablarme levantó mi mentón cobijándome con el resplandor de su mirar. Luego juntó mis manos haciendo lo mismo con las suyas y semi hincándose dulcemente la escuché:

-Bendito seas hijo.

Después de ese intercambio, las tardes en que papá la visitaba en la planta de sigatoka de Finca Tres la llave de ingreso a su cocina donde generalmente se mantenía era juntar mis manos mientras recitaba:

-Bendito abuelita. Ella dibujaba una cruz en mi frente y tomaba mi mano para sentarnos a tomar café con leche y rosquillas que no sabía lo que hacía para adquirirlas y admiraba el fino esmalte de la vajilla que custodiaba cuidadosamente en el escaparate. Contaba historias donde generalmente mencionaba Atenas de Alajuela, la ciudad donde vivió gran parte de su niñez.

Hablaba mucho de su madre Adelina. Para atemorizarnos nos contaba la vez en que una familiar correteando por el cementerio escuchó una especie de gemido bajo una lápida y en broma respondió: -Si es plata conmigo, pero en la casa.

En la penumbra de esa tarde escucharon un grito en el patio donde estaba el fregadero. Antes de lavar los trastes la familiar vio una criatura con mortaja que sin tocar suelo extendía sus brazos tratando de comunicarse sin hablar…la encontraron desmayada. Siempre que preguntábamos donde había sucedido la historia narrada respondía sonriente: -Sucedió en Atenas.

Mi madre siempre recordaba un extraño caso que compartieron. En las fincas bananeras no había carnicerías por lo que algunos comerciantes ambulantes brindaban el servicio. Una vez que doña Chayo no iba a estar en su casa pidió que dejaran el encargo donde su nuera en Finca Cuatro. Mamá se disponía a enviárselo, pero al no encontrar el paquete tomó el teléfono de magneto y después de tres cortos escuchó su voz: - Iris… ya la trajeron. - ¿Quién, si no la envié? No sabría, uno de los chiquillos me dijo que un señor había pasado diciéndole que yo la estaba esperando.

Después que la trasladaron al hospital San Juan de Dios no logró regresar a la esplendorosa zona bananera donde vivió en un pequeño reinado sus mejores días...

- Teniendo la 2da o 3ra dosis y después de 4 meses ya puedes aplicarte el refuerzo de la vacuna. Para obtener tú certificado de vacunación puedes ingresar a https://usuarios.ministeriodesalud.go.cr -

Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros.

Déjanos tus comentarios, sobre está o cualquier otra publicación;
nos interesa tú opinión al respecto. Te invitamos a participar...

Escríbenos a nuestro correo electrónico