LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Leonardo Biolatto).- La risa fortalece las relaciones sociales y afectivas entre las personas. Una pareja que rĂe constantemente probablemente serĂĄ mĂĄs estable. Los beneficios de la risa van desde mejorar la cohesiĂłn entre las personas, hasta fortalecer significativamente la salud.
Una cosa es cierta: cualquier experiencia grata incide positivamente en la salud fĂsica. El equilibrio emocional contribuye a forjar un mayor equilibrio fĂsico y viceversa. Por eso, serĂa necio negar los beneficios de la risa sobre el bienestar. Lo que no se debe hacer es exagerarlos.
Los chinos y los romanos emplearon las cosquillas como mĂ©todos de tortura. SabĂan que todo exceso, incluso de risa, es negativo. Por contrapartida, la ciencia ha descubierto que las risas sanas y frecuentes sĂ generan grandes beneficios. Los siguientes son algunos de ellos.
1. LiberaciĂłn de endorfinas, uno de los beneficios de la risa
La risa induce muchos cambios neuroquĂmicos que nos ayudan a sentirnos mejor y con mĂĄs ĂĄnimos.
La liberaciĂłn de endorfinas es el mayor de todos los beneficios de la risa. Las endorfinas son conocidas como las hormonas de la felicidad, pues generan una sensaciĂłn de bienestar fĂsico y emocional.
Las psicĂłlogas Tara Kraft y Sarah Pressman, de la Universidad de Kansas, publicaron un estudio en 2012 al respecto, en la revista Psychological Science. En Ă©l, prueban que la risa genera cambios quĂmicos en el cuerpo y que esto da lugar una sensaciĂłn de bienestar que se prolonga hasta 24 horas.
TambiĂ©n se ha evidenciado que la risa provoca mayor producciĂłn de dopamina, otra sustancia que contribuye al buen estado de ĂĄnimo. SimultĂĄneamente, inhibe la producciĂłn de cortisol, sustancia conocida como “la hormona del estrĂ©s”.
2. Fortalecimiento del sistema cardiovascular
Un estudio llevado a cabo por el profesor Michael Miller, de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), señala que otro de los beneficios de la risa es el fortalecimiento del sistema cardiovascular. Miller hizo un experimento con un grupo de 20 voluntarios para probarlo.
A este grupo se le hizo ver una pelĂcula triste y luego una cĂłmica. Tras la pelĂcula triste, se evidenciĂł que el flujo sanguĂneo era mĂĄs reducido en el 70 % de los participantes. DespuĂ©s de ver la comedia, dicho flujo sanguĂneo aumentĂł en un promedio del 20 % en todos los voluntarios.
Miller dice que la mejor manera de cuidar el sistema cardiovascular es hacer ejercicio durante 30 minutos, al menos tres dĂas a la semana, y reĂr 15 minutos diariamente.
En 1976 se publicĂł un estudio en la revista The New England Journal of Medicine. Su autor era Norman Cousins, quien luego escribiĂł un libro sobre el tema. En dicho estudio, Cousins afirmaba que tratĂł una enfermedad muy dolorosa (espondilitis anquilosante) con episodios de “CĂĄmara escondida”, vĂdeos de los Hermanos Marx y vitamina C.
Por su parte, la psiquiatra Margaret Stuber, de la Universidad de California UCLA, realizĂł algunos experimentos con niños. A ellos les pidiĂł que metieran las manos dentro de agua helada. ComprobĂł que, si estaban viendo vĂdeos graciosos, toleraban mejor la experiencia y sentĂan menos estrĂ©s.
La propia producciĂłn de un mayor volumen de endorfinas hace que el dolor fĂsico disminuya. Estas se consideran analgĂ©sicos naturales. En sĂntesis, estĂĄ bĂĄsicamente probado que uno de los beneficios de la risa es el de incrementar la tolerancia al dolor.
4. El sistema inmunológico y otros datos de interés
El sistema inmunolĂłgico es uno de los mĂĄs sensibles a los cambios del estado de ĂĄnimo. AsĂ mismo, estĂĄ comprobado que el buen humor fortalece las defensas del organismo. Por lo tanto, se cree que la risa contribuye a fortalecer el sistema inmunolĂłgico y a prevenir infecciones.
Hay indicios, no concluyentes, sobre otros beneficios de la risa. Se dice que ayuda a adelgazar, que mejora el aspecto del cutis, fortalece el sistema respiratorio, previene el insomnio, potencia la imaginaciĂłn, mejora la memoria y mil cosas mĂĄs. Aunque no estĂĄ probado, es muy plausible que sĂ contribuya, en parte, a todo ello.
Los seres humanos desarrollamos la capacidad de reĂr poco despuĂ©s de nuestro nacimiento. Desafortunadamente, a medida que vamos creciendo tambiĂ©n perdemos progresivamente la capacidad de reĂr. Mientras que un niño rĂe en promedio 300 veces al dĂa, los adultos lo hacen entre 15 y 100 veces. Tal vez necesitamos volver a ser niños de vez en cuando para mejorar nuestra salud.
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