LA VOZ DE GOICOECHEA (Por U Fidélitas).- Es crucial concienciar a la población sobre el riesgo de adicción y otras consecuencias adversas.
Cuanto más joven es una persona cuando comienza a usar productos de tabaco, más probable es que se vuelva adicta a la nicotina debido a que sus cerebros aún se están desarrollando.
Ministerio de Salud toma medidas sobre este tema tan preocupante.
Un caso alarmante en nuestro país se dio a conocer recientemente: un joven de tan solo 16 años se convirtió en el primer paciente diagnosticado con síndrome pulmonar vinculado al vapeo, después de apenas tres meses de practicarlo. Este incidente ilustra una tendencia preocupante: muchos jóvenes comienzan a vapear de manera clandestina, inicialmente por moda y luego quedan atrapados en el hábito, incapaces de abandonarlo. Según datos recientes proporcionados por la Caja Costarricense de Seguro Social entre 2021 y 2024, se han registrado un total de 3170 casos de personas que han sido atendidas por problemas de salud relacionados con el vapeo. Es particularmente inquietante que el 40% de estos casos se hayan reportado en el año 2024.
Afortunadamente, según un comunicado del Ministerio de Salud, se están implementando medidas para prohibir en Costa Rica los productos que contienen nicotina sintética, así como aquellos que contienen líquidos tipo cannabinoides, dado que representan un riesgo para la salud pública.
Y es que los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina son los productos de tabaco más utilizados entre los jóvenes. De acuerdo con un estudio de la Asociación Americana de Pediatría, el 13,4% de los estudiantes de secundaria y el 10,6% de los estudiantes de décimo grado informaron haber usado cigarrillos electrónicos con nicotina en el último mes. La nicotina puede reconfigurar el cerebro de un adolescente para que este desee más nicotina y así crear adicción.
Según un diagnóstico llevado a cabo por las autoridades de salud, se identificaron 42 compuestos diferentes con efectos tóxicos que ocurren dentro de 24 horas de contacto, peligrosos porque generan daños graves irreversibles tras los 21 días, irritantes de las vías respiratorias tras la inhalación y generadores de reacciones alérgicas locales, mareos y náuseas
Álvaro Solano, director de la Escuela de Psicología de la Universidad Fidélitas, resalta que aunque muchos recurrieron al vapeo con la esperanza de dejar de fumar, no lograron su cometido, principalmente debido a la presencia de nicotina altamente adictiva en varios productos. Este componente, además de sus efectos adversos en la salud física, puede afectar la salud mental, contribuyendo a la ansiedad e irritabilidad debido a la dependencia química que genera. De hecho, el vapeo ha evolucionado hacia una nueva forma de adicción que no solo daña los pulmones, sino que también impacta negativamente en la calidad de vida y el bienestar general de las personas.
Es fundamental concienciar a los jóvenes sobre el riesgo de adicción y otras consecuencias adversas para la salud física y mental asociadas al vapeo. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), los adolescentes que se involucran en el vapeo pueden desarrollar adicción a la nicotina de manera aún más rápida que aquellos que fuman cigarrillos tradicionales. La FDA también enfatiza que no existen productos de tabaco seguros, lo que incluye tanto los cigarrillos electrónicos como otros sistemas de suministro de nicotina, conocidos como ENDS. Las emisiones de los cigarrillos electrónicos generalmente contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que son nocivas tanto para los usuarios como para los no usuarios expuestos a los aerosoles.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha observado que ciertos productos etiquetados como sin nicotina (SESN) realmente contienen esta sustancia. Además, estudios epidemiológicos rigurosos muestran de manera consistente que el uso de cigarrillos electrónicos aumenta casi tres veces la probabilidad de consumir cigarrillos convencionales, especialmente entre los jóvenes no fumadores.
Un estudio publicado en JAMA Network Open revela que los adolescentes que usan productos de vapeo que contienen nicotina enfrentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión en comparación con aquellos que no utilizan estos productos. Esto se debe a que la presencia de nicotina en el tabaco puede influir en los niveles de neurotransmisores en el cerebro, afectando así el estado de ánimo.
La prevalencia del vapeo entre los jóvenes ha experimentado un notable aumento en los últimos años, lo que ha llevado a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) a declarar una "epidemia" de uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes. Según un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el uso de cigarrillos electrónicos entre los estudiantes de secundaria aumentó en un 78% entre 2017 y 2018. Además, una investigación realizada por la Asociación Americana de Pediatría encontró que el 27,5% de los estudiantes de secundaria y el 10,5% de los estudiantes de décimo grado informaron haber usado cigarrillos electrónicos en el último mes.
El creciente auge del vapeo entre los jóvenes es motivo de preocupación, dado que los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, una sustancia adictiva que puede afectar el desarrollo cerebral y aumentar el riesgo de tabaquismo en el futuro. Además, algunos estudios sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos puede estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria y problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión.
Lamentablemente, algunos padres contribuyen a esta epidemia al regalar cigarrillos electrónicos a sus hijos. Según un estudio realizado por la Universidad de Michigan, el 26% de los estudiantes de secundaria que habían usado cigarrillos electrónicos en el último mes recibieron el dispositivo de un padre o tutor.
El uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes ha alcanzado proporciones epidémicas y ha dado lugar a la aparición de casos graves de enfermedades pulmonares, así como algunas muertes relacionadas con el vapeo.
tanto, es esencial que los adultos se informen adecuadamente y entablen conversaciones con los menores sobre los riesgos asociados al uso de cigarrillos electrónicos, agregó Álvaro Solano
De acuerdo con las autoridades de salud a nivel internacional, el vapeo puede exponer a los consumidores a sustancias químicas tóxicas y partículas metálicas, como plomo, cromo o níquel, que tienen el potencial de causar daño pulmonar. Trágicamente, algunas de las sustancias químicas presentes en el humo de los cigarrillos tradicionales, como el formaldehído, la acroleína o el acetaldehído, también se encuentran en los aerosoles liberados por algunos cigarrillos electrónicos. La inhalación de estas sustancias químicas puede provocar daños irreversibles en los pulmones.
La FDA también señala que los adolescentes que vapean más bien tienen más probabilidad de empezar a fumar. Algunos estudios incluso sugieren que el vapeo podría estar relacionado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria. Es tal el impacto que las personas experimentan dificultad para dejar de vapear, pues puede generar estrés y frustración, lo que puede afectar la salud mental de quienes intentan abandonar este hábito.
Es crucial resaltar que las conexiones entre el hábito de fumar, el vapeo y la salud mental son intrincadas y pueden variar según factores individuales. Para aquellos que estén preocupados por su salud mental en relación con el tabaco o el vapeo, se recomienda buscar la orientación de un profesional de la salud mental, agregó Solano.
Cuanto más joven es una persona cuando comienza a usar productos de tabaco, más probable es que se vuelva adicta a la nicotina debido a que sus cerebros aún se están desarrollando.
Ministerio de Salud toma medidas sobre este tema tan preocupante.
Un caso alarmante en nuestro país se dio a conocer recientemente: un joven de tan solo 16 años se convirtió en el primer paciente diagnosticado con síndrome pulmonar vinculado al vapeo, después de apenas tres meses de practicarlo. Este incidente ilustra una tendencia preocupante: muchos jóvenes comienzan a vapear de manera clandestina, inicialmente por moda y luego quedan atrapados en el hábito, incapaces de abandonarlo. Según datos recientes proporcionados por la Caja Costarricense de Seguro Social entre 2021 y 2024, se han registrado un total de 3170 casos de personas que han sido atendidas por problemas de salud relacionados con el vapeo. Es particularmente inquietante que el 40% de estos casos se hayan reportado en el año 2024.
Afortunadamente, según un comunicado del Ministerio de Salud, se están implementando medidas para prohibir en Costa Rica los productos que contienen nicotina sintética, así como aquellos que contienen líquidos tipo cannabinoides, dado que representan un riesgo para la salud pública.
Y es que los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina son los productos de tabaco más utilizados entre los jóvenes. De acuerdo con un estudio de la Asociación Americana de Pediatría, el 13,4% de los estudiantes de secundaria y el 10,6% de los estudiantes de décimo grado informaron haber usado cigarrillos electrónicos con nicotina en el último mes. La nicotina puede reconfigurar el cerebro de un adolescente para que este desee más nicotina y así crear adicción.
Según un diagnóstico llevado a cabo por las autoridades de salud, se identificaron 42 compuestos diferentes con efectos tóxicos que ocurren dentro de 24 horas de contacto, peligrosos porque generan daños graves irreversibles tras los 21 días, irritantes de las vías respiratorias tras la inhalación y generadores de reacciones alérgicas locales, mareos y náuseas
Álvaro Solano, director de la Escuela de Psicología de la Universidad Fidélitas, resalta que aunque muchos recurrieron al vapeo con la esperanza de dejar de fumar, no lograron su cometido, principalmente debido a la presencia de nicotina altamente adictiva en varios productos. Este componente, además de sus efectos adversos en la salud física, puede afectar la salud mental, contribuyendo a la ansiedad e irritabilidad debido a la dependencia química que genera. De hecho, el vapeo ha evolucionado hacia una nueva forma de adicción que no solo daña los pulmones, sino que también impacta negativamente en la calidad de vida y el bienestar general de las personas.
Es fundamental concienciar a los jóvenes sobre el riesgo de adicción y otras consecuencias adversas para la salud física y mental asociadas al vapeo. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), los adolescentes que se involucran en el vapeo pueden desarrollar adicción a la nicotina de manera aún más rápida que aquellos que fuman cigarrillos tradicionales. La FDA también enfatiza que no existen productos de tabaco seguros, lo que incluye tanto los cigarrillos electrónicos como otros sistemas de suministro de nicotina, conocidos como ENDS. Las emisiones de los cigarrillos electrónicos generalmente contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que son nocivas tanto para los usuarios como para los no usuarios expuestos a los aerosoles.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha observado que ciertos productos etiquetados como sin nicotina (SESN) realmente contienen esta sustancia. Además, estudios epidemiológicos rigurosos muestran de manera consistente que el uso de cigarrillos electrónicos aumenta casi tres veces la probabilidad de consumir cigarrillos convencionales, especialmente entre los jóvenes no fumadores.
Un estudio publicado en JAMA Network Open revela que los adolescentes que usan productos de vapeo que contienen nicotina enfrentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión en comparación con aquellos que no utilizan estos productos. Esto se debe a que la presencia de nicotina en el tabaco puede influir en los niveles de neurotransmisores en el cerebro, afectando así el estado de ánimo.
La prevalencia del vapeo entre los jóvenes ha experimentado un notable aumento en los últimos años, lo que ha llevado a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) a declarar una "epidemia" de uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes. Según un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el uso de cigarrillos electrónicos entre los estudiantes de secundaria aumentó en un 78% entre 2017 y 2018. Además, una investigación realizada por la Asociación Americana de Pediatría encontró que el 27,5% de los estudiantes de secundaria y el 10,5% de los estudiantes de décimo grado informaron haber usado cigarrillos electrónicos en el último mes.
El creciente auge del vapeo entre los jóvenes es motivo de preocupación, dado que los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, una sustancia adictiva que puede afectar el desarrollo cerebral y aumentar el riesgo de tabaquismo en el futuro. Además, algunos estudios sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos puede estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria y problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión.
Lamentablemente, algunos padres contribuyen a esta epidemia al regalar cigarrillos electrónicos a sus hijos. Según un estudio realizado por la Universidad de Michigan, el 26% de los estudiantes de secundaria que habían usado cigarrillos electrónicos en el último mes recibieron el dispositivo de un padre o tutor.
El uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes ha alcanzado proporciones epidémicas y ha dado lugar a la aparición de casos graves de enfermedades pulmonares, así como algunas muertes relacionadas con el vapeo.
tanto, es esencial que los adultos se informen adecuadamente y entablen conversaciones con los menores sobre los riesgos asociados al uso de cigarrillos electrónicos, agregó Álvaro Solano
De acuerdo con las autoridades de salud a nivel internacional, el vapeo puede exponer a los consumidores a sustancias químicas tóxicas y partículas metálicas, como plomo, cromo o níquel, que tienen el potencial de causar daño pulmonar. Trágicamente, algunas de las sustancias químicas presentes en el humo de los cigarrillos tradicionales, como el formaldehído, la acroleína o el acetaldehído, también se encuentran en los aerosoles liberados por algunos cigarrillos electrónicos. La inhalación de estas sustancias químicas puede provocar daños irreversibles en los pulmones.
La FDA también señala que los adolescentes que vapean más bien tienen más probabilidad de empezar a fumar. Algunos estudios incluso sugieren que el vapeo podría estar relacionado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria. Es tal el impacto que las personas experimentan dificultad para dejar de vapear, pues puede generar estrés y frustración, lo que puede afectar la salud mental de quienes intentan abandonar este hábito.
Es crucial resaltar que las conexiones entre el hábito de fumar, el vapeo y la salud mental son intrincadas y pueden variar según factores individuales. Para aquellos que estén preocupados por su salud mental en relación con el tabaco o el vapeo, se recomienda buscar la orientación de un profesional de la salud mental, agregó Solano.
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