La covid envejece los vasos sanguíneos, especialmente en las mujeres

LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Saludo Diario).- Un estudio publicado en la revista 'European Heart Journal' sugiere que la infección puede acelerar la rigidez arterial, que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Una infección de covid-19, sobre todo en mujeres, puede hacer que los vasos sanguíneos envejezcan alrededor de cinco años, según una investigación publicada este lunes en la revista ‘European Heart Journal’.

Los vasos sanguíneos se vuelven gradualmente más rígidos con la edad, pero el nuevo estudio sugiere que la covid-19 podría acelerar este proceso. Los investigadores destacan la relevancia del hallazgo, ya que la rigidez arterial está asociada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidos ictus e infartos de miocardio.

El estudio, denominado CARTESIAN, ha sido dirigido por la profesora Rosa Maria Bruno, de la Universidad Paris Cité (Francia), quien explica: “Desde la pandemia hemos aprendido que muchas personas que han tenido covid-19 presentan síntomas que pueden durar meses o incluso años. Sin embargo, aún estamos descubriendo qué ocurre en el organismo para que se produzcan estos síntomas”.

“Sabemos que la covid-19 puede afectar directamente a los vasos sanguíneos. Creemos que esto puede provocar lo que llamamos envejecimiento vascular precoz: que las arterias parezcan más viejas que la edad cronológica de la persona, lo que la hace más propensa a desarrollar cardiopatías. Si eso está sucediendo, debemos identificar pronto a quienes estén en riesgo para prevenir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares”, agrega.

Mayor efecto en mujeres y en personas con covid persistente

En la investigación participaron 2.390 personas de 16 países (Austria, Australia, Brasil, Canadá, Chipre, Francia, Grecia, Italia, México, Noruega, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos), reclutadas entre septiembre de 2020 y febrero de 2022. Se clasificaron según si nunca habían tenido covid-19, si la habían pasado recientemente sin requerir hospitalización, si habían sido ingresadas en una planta general o si habían ingresado en una unidad de cuidados intensivos.

Los científicos evaluaron la edad vascular de cada participante con un dispositivo que mide la rapidez con la que viaja una onda de presión arterial entre la arteria carótida (en el cuello) y las femorales (en las piernas), medida conocida como velocidad de la onda de pulso carótido-femoral (VOP). Cuanto mayor es esta cifra, más rígidos son los vasos sanguíneos y mayor la edad vascular. Las mediciones se realizaron seis meses después de la infección de covid-19 y de nuevo a los 12 meses.

También recogieron información demográfica, como sexo, edad y otros factores que influyen en la salud cardiovascular.

Tras considerar estos factores, los investigadores descubrieron que los tres grupos de pacientes que habían pasado la covid-19 —incluidos aquellos con cuadros leves— tenían arterias más rígidas que los que no habían estado infectados. El efecto fue mayor en mujeres que en hombres y en quienes sufrían síntomas de covid persistente, como fatiga y dificultad respiratoria.

Vasos sanguíneos menos rígidos en personas vacunadas

El aumento medio de la VOP en mujeres con covid-19 leve fue de 0,55 metros por segundo, de 0,60 en las hospitalizadas y de 1,09 en las pacientes ingresadas en UCI. Los investigadores señalan que un incremento de unos 0,5 metros por segundo es “clínicamente relevante” y equivale a un envejecimiento vascular de unos cinco años, con un 3 % más de riesgo de enfermedad cardiovascular en una mujer de 60 años.

En general, las personas vacunadas contra la covid-19 presentaban arterias menos rígidas que las no vacunadas. A largo plazo, el envejecimiento vascular asociado a la infección pareció estabilizarse o mejorar ligeramente.

“Hay varias explicaciones posibles para los efectos vasculares de la covid-19. El virus actúa sobre receptores específicos del organismo, denominados receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2, presentes en el revestimiento de los vasos sanguíneos. Utiliza estos receptores para entrar en las células e infectarlas, lo que puede producir disfunción vascular y envejecimiento acelerado. La inflamación y las respuestas inmunitarias del organismo, que nos defienden de las infecciones, también pueden desempeñar un papel”, señala la profesora Bruno.

Según la investigadora, una de las razones de la diferencia entre mujeres y hombres podría estar en cómo funciona el sistema inmunitario. “Ellas generan una respuesta más rápida y robusta, que puede protegerlas frente a infecciones, pero también aumentar el daño vascular tras la infección inicial”, indica.

Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares

El envejecimiento vascular es fácil de medir, y puede abordarse con tratamientos disponibles, como cambios en el estilo de vida y fármacos para reducir la presión arterial y el colesterol. En las personas que presentan un envejecimiento acelerado de los vasos sanguíneos, es fundamental reducir al máximo el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.

Por ello, la profesora Bruno y sus colegas continuarán el seguimiento de los participantes durante los próximos años para determinar si este envejecimiento vascular se traduce en un mayor riesgo de eventos cardiovasculares.

En un editorial adjunto al artículo, el Dr. Behnood Bikdeli, de la Facultad de Medicina de Harvard (Boston, EE. UU.), y sus colegas señalan: “Aunque la amenaza aguda de la pandemia de covid-19 ha disminuido, ha surgido un nuevo reto: el síndrome poscovid-19. Definido por la Organización Mundial de la Salud como síntomas que aparecen tres meses después de la infección y duran al menos dos, los estudios sugieren que hasta el 40 % de los supervivientes iniciales desarrollan este síndrome”.

Según destacan, “este estudio de cohortes, prospectivo, multicéntrico y de gran tamaño, reclutó a 2.390 participantes de 34 centros para investigar si la rigidez arterial, medida por la VOP, persistía en personas con infección reciente por covid-19. […]; los análisis estratificados por sexo revelaron diferencias notables: las mujeres de todos los grupos positivos presentaban una VOP significativamente más alta, y el mayor aumento (+1,09 m/s) se observó en las que requirieron ingreso en UCI”.

“El estudio CARTESIAN demuestra que la covid-19 ha envejecido nuestras arterias, especialmente en mujeres adultas. La cuestión ahora es si podemos identificar factores modificables para prevenirlo en futuros brotes y mitigar los efectos adversos en quienes ya presentan envejecimiento vascular inducido por la infección”, plantean los autores.

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