Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
Por Alberto Cabezas
Director de Relaciones Internacionales para América Central y México de la Asociación de Periodistas y Comunicadores Cristianos.
LA VOZ DE GOICOECHEA. - Si tienes hijos, posees un gran privilegio, porque tienes el reto de enseñar los valores cristianos basados en los principios revelados en las Escrituras, que es más amplio que cualquier programa académico clásico porque aspira al desarrollo equilibrado del ser humano en todos los aspectos de su existencia.
La educación cristiana además de buscar más resultados duraderos, aspira a restaurar en el ser humano la imagen de su creador.
Ayer inicié un nuevo reto en mi vida, a como la mayoría de personas en el mundo se ha propuesto metas para este año, este es uno de ellos. Ingresé como estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, a estudiar el Doctorado en Educación lo cual lo obtendré en tres años. De igual manera coloque mi currículo en la Escuela Adventista de Jinotepe con la esperanza que inicie este año siendo profesor y que mi doctorado me sirva para afirmar mis conocimientos y ser útil a mis posibles estudiantes.
La transmisión de principios cristianos que es lo que deseo hacer como periodista a estos estudiantes y Master en Educación. Ya que el educador enseña no solo a través de lo que hace sino también de lo que dice. La misma esta basada en la relación del ser humano con Dios, que contempla la entrada en su plan de Salvación.
Así puedes la educación cristiana impartida desde los hogares primordialmente y con el apoyo de los docentes que incentivamos los valores es trascedente.
Una verdadera educación integral debe tener el componente de Cristo.
Los educadores o padres que deseamos ser un instrumento para la Salvación de nuestros alumnos o hijos intentamos reflejar el carácter de Jesús que queremos reproducir en ellos. Por eso el cariño es fundamental. Debemos dimensionar, por lo tanto, el aspecto afectivo. Esto conlleva que los niños respondan mejor, ya que se sienten valorados y queridos.
Los educadores debemos utilizar los mejores métodos que contribuyan a la formación de la persona tratando siempre de llevar a los niños a los caminos del bien, para que transformen su carácter.
La educación cristiana prepara a los niños para encontrar su lugar en el mundo en que les toca vivir y para contribuir con todas sus facultades en la construcción de un mundo mejor. Transmitir valores es equipar al individuo para su pleno desarrollo.
La educación cristiana afecta a toda la persona y su existencia.
La filosofía de educación cristiana es más que la mente de un soñador, las brillantes de los pedagogos, el resultado de experimentos concluyentes, se basa en el mensaje educativo inspirado en Cristo como modelo para una educación integral por números expertos en pedagogía, sociología, didáctica, periodismo, administración y demás ciencias de la educación.
La educación cristiana recoge los progresos de la educación científica y pedagógica, pero no se coloca una camisa de once varas ya que prefiere ser fiel a las direcciones divinas.
En fin, la educación cristiana es integral y permanente, basada a un carácter e imagen de Cristo enfocada no solo en el éxito, sino en el servicio.
Debemos estar atentos con nuestros conocimientos a ayudar a la sociedad, para ello, Dios nos ha dotado de talentos, que debemos descubrir y potenciar.
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