Por Luis Jiménez
A través del Facebook «Pentecostales Avivados» se conoció el vídeo donde aparece un hombre en donde claramente se ve como comparte la palabra de Dios con pasión sin importar que haya perdido sus dos brazos y una pierna, ya que eso no significa un impedimento para él.
“Dios no le va a dar cargas a quien no las pueda soportar. Lea la Palabra”, le dice el hombre a unos policías que estaban cerca y a los que eligió para predicarles.
Allí contó que la pérdida de sus extremidades fue producto de un accidente, y en medio de su fuerte experiencia en el hospital alguien llegó para compartirle el evangelio, un momento verdaderamente valioso para él.
“Hace 5 años Dios mandó una persona al hospital y me dijo, ‘señor, Dios le manda esta Palabra’, y me la escribí en la pierna para que no se me olvide”, dijo él.
De igual manera contó que realiza su devocional todas las mañanas y que a pesar de que no tiene manos usa su pie para leer la Biblia todos los días, por lo que invitó a otros a buscar la verdad en las escrituras en cualquier presentación, física o digital.
“Somos espíritu, no sólo somos carne y el espíritu necesita la Palabra de Dios a cada momento. No por escucharla un día la va a sentir un mes. Todos los días tiene que volverla a leer”, explicó él a quienes lo veían hablar en la calle.
En un momento determinado compartió que sólo Dios lo ha mantenido con vida tras los accidentes que ha sufrido, uno de ellos fue el haber tenido contacto con un cable de tensión con más de 20 mil voltios.
“Yo era para que muriera, pero Dios me quiere tener aquí. Aunque llore o me queje”, dijo.
Y aunque él confeso que puede sentirse triste, busca al Señor con todo su corazón y así poder obtener gozo por medio de su Espíritu, “Trato de tener gozo en mi corazón, porque si tengo al Espíritu tengo gozo”.
Como era de esperarse, los comentarios en apoyo al predicador inundaron la publicación, en donde muchos coincidían con el gran ejemplo de vida que estaba dando a muchos otros a pesar de su condición.
“Aleluya, gloria a Dios. Dios te bendiga grandemente hermano, tú eres valiente y esforzado. Dios te siga dando sabiduría para que sigas adelante predicando el Evangelio de Cristo”, escribió una mujer de nombre Rosa Espinoza.
La pasión de hablar del poder y el amor de Dios con la humanidad son incontenibles y en la mayoría de las veces no hay obstáculos para que las personas puedan compartir el mensaje de salvación; incluso casos como este hombre nos enseñan que predicar a Cristo no tiene límites.
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros.
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“Hace 5 años Dios mandó una persona al hospital y me dijo, ‘señor, Dios le manda esta Palabra’, y me la escribí en la pierna para que no se me olvide”, dijo él.
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“Somos espíritu, no sólo somos carne y el espíritu necesita la Palabra de Dios a cada momento. No por escucharla un día la va a sentir un mes. Todos los días tiene que volverla a leer”, explicó él a quienes lo veían hablar en la calle.
En un momento determinado compartió que sólo Dios lo ha mantenido con vida tras los accidentes que ha sufrido, uno de ellos fue el haber tenido contacto con un cable de tensión con más de 20 mil voltios.
“Yo era para que muriera, pero Dios me quiere tener aquí. Aunque llore o me queje”, dijo.
Y aunque él confeso que puede sentirse triste, busca al Señor con todo su corazón y así poder obtener gozo por medio de su Espíritu, “Trato de tener gozo en mi corazón, porque si tengo al Espíritu tengo gozo”.
Como era de esperarse, los comentarios en apoyo al predicador inundaron la publicación, en donde muchos coincidían con el gran ejemplo de vida que estaba dando a muchos otros a pesar de su condición.
“Aleluya, gloria a Dios. Dios te bendiga grandemente hermano, tú eres valiente y esforzado. Dios te siga dando sabiduría para que sigas adelante predicando el Evangelio de Cristo”, escribió una mujer de nombre Rosa Espinoza.
La pasión de hablar del poder y el amor de Dios con la humanidad son incontenibles y en la mayoría de las veces no hay obstáculos para que las personas puedan compartir el mensaje de salvación; incluso casos como este hombre nos enseñan que predicar a Cristo no tiene límites.
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