La historia y el cuento están entretejidos. Muy difícil encontrar en el velo que cubre sus límites el punto que los une…o separa…contaba doña Camila Chavarría Fonseca una vez retirada de su ilustre misión de envolver en trajes a la comunidad femenina de la ciudadela Rodrigo Facio de Ipís de Goicoechea…
Por Gerardo A. Pérez Obando (GAPO)
LA VOZ DE GOICOECHEA.- La segunda parte de la historia inició en el momento que el comprador posó la mirada sobre el llamativo y esplendoroso calendario que anunciaba la “Sal de Uvas Picot”. Estaba colgando detrás de la silla de recepción de la pensión para ayudar a los viajeros a organizar su itinerario. Sonrió al reconocer las caricaturas de “Chema” y “Juana”. Leía las ocurrencias cuando escuchó por la radio un anuncio con el eslogan del mismo producto:
- “Se hace agua en la boca”, repitió pensativo mientras salía. Comenzaba el décimo día de enero de 1948 cuando decidió reintentarlo.
Su estancia forzada en Nicoya durante la última semana decembrina se debió al malogrado propósito de su viaje y posterior balance económico entre costos de pago de estadía contra el desplazamiento hacia San José por Puerto Humo y Puntarenas.
Por el mal comienzo sabía que la encomienda la había complicado sin intención. Un fornido policía que pasaba hizo dar marcha atrás en su propósito de salida mientras disimuladamente bajaba la visera del sombrero. Al notar que el que el gendarme no lo había determinado, se dirigió a la entrada de la iglesia colonial.
El mercader era oriundo de Barrio Amón, lugar en donde para ese entonces habitaba gran parte de familias españolas, unas huyendo a las penurias ibéricas y otras criollas añorantes de la realeza que nunca tuvieron.
Antes de volver a morir a su tierra, una hispana entrada en años recomendaba su empleada a una amiga puntualizando una a una las cualidades porque sabía que ella buscaba una persona juiciosa.
-Es guanacasteca, no te vas a arrepentir…
Con el tiempo la empleada describía al mercader el itinerario para llegar a su pueblo. Esbozó en un papel las casas del lugar con nombres y apellidos de moradores …ese fue el origen del viaje.
La primera parte comenzó a mediados de diciembre de 1947 en el muellecito de Puntarenas donde abordaba la barca con rumbo a Puerto Humo, antesala del El Cañal.
La misión del mercante fue viajar a El Cañal de Pozo de Agua de Nicoya para conocer familias con hijas jóvenes y ofrecerles trabajo con las respetables familias españolas del Barrio Amón, pero no contaba con el gran mal entendido inicial.
- ¿Usted pretende que yo le venda una hija?
- No señor, en realidad no me he explicado bien
En el momento que le rodearon varios vecinos escucharon relinchar al caballo del policía de Pozo de Agua.
¿Puedo ayudar en algo? Preguntó en voz alta
-Si señor, respondió el mercader… ¿Cómo llegar a Nicoya?
En el reintento del diez de enero le acompañaba el conocido que le esperaba en la iglesia colonial con quien anteriormente había compartido su historia. Se había explicado más claramente y el nicoyano tenía un familiar en El Cañal.
-Te aseguro que mi pariente arregla el enredo, escuchó el mercader.
El primer intento de don Fermín Chavarría al verlos entrar fue desenvainar el cuchillo que colgaba de su cintura mientras alterado preguntaba al allegado:
¿En qué pasos andás vos con ese cartago, no sabés que vino a comprar muchachas de por acá quien sabe con qué propósito?
Doña Paula Fonseca conocedora del mal carácter de su esposo que solo su presencia calmaba, se plantó al lado de don Fermín.
El mercader no abrió la boca por recomendación del pariente de la familia y cuando amainó la tempestad escuchó de don Fermín:
-Bueno… ¿Cómo es el asunto?
-…Donde yo vivo, hay muchas familias españolas. En una de esas casas trabaja una muchacha de acá, El Cañal, que se ha distinguido por su aplicación y esmero. Si alguna familia se interesa, nos ponemos de acuerdo cuando nos vamos, pueden venir acompañadas con cualquier familiar, el pasaje de ida, regreso y gastos del viaje van por mi cuenta. En San José los acompañantes podrán conversar con las familias y conocer donde se quedan. Adicionalmente, les dejo cierta cantidad de dinero por cada muchacha como reconocimiento a la valentía y confianza.
…Varios días atrás doña Paula conversaba con su hija Camila de los inexplicables laberintos de la vida…
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