Por Luis Jiménez
Brittni, que recientemente publicó un nuevo curso anti porno titulado «Buscar: Cómo dejar de ver porno», junto a su pareja, Richard, es un libro abierto respecto a sus luchas pasadas.
«Estuve en la industria del cine para adultos durante siete años de mi vida. Me sentí como: ‘Esto es todo lo que he estado buscando en la vida. Aquí es donde voy a encontrar el amor, la afirmación y la atención'», dijo recientemente a Faithwire.
«Pero no encontré eso allí. De hecho, tuve que empezar a consumir drogas muy pronto en la industria del porno sólo para poder pasar las escenas».
Además, contó que el orgullo la mantuvo encerrada en una industria que sabía que tenía que dejar. Después de unos tres años y medio en el porno, fue invitada a la iglesia y comenzó el proceso de entender lo que significaba aceptar a Jesús.
Sin embargo, incluso después de esa experiencia, se vio arrastrada de nuevo a la industria del porno. A pesar de todo, no perdió el interés por las Escrituras.
«Empecé a devorar la Biblia», dijo Brittni. «Dios estaba ahí conmigo en medio del pecado».
Con el paso del tiempo, dijo que Dios la guio en la dirección correcta, y la verdad «la liberó «.
Finalmente se dio cuenta de que el pecado había destrozado no sólo su vida, sino que sus acciones también estaban dañando a otros. El Espíritu Santo la hizo reconocer que Dios tenía un plan mejor para su vida.
«Me di cuenta, ‘No sólo mi pecado ha roto mi vida, sino que estoy llevando a otros a una vida rota'», dijo. «No quiero seguir viviendo esta vida».
Hoy día Brittni es esposa, madre de un hijo y está a la espera de un próximo bebé y comparte su impresionante transformación hacia la fe con audiencias cautivadas.
«Dios ha transformado radicalmente mi vida», afirma.
Su marido, Richard, recordó cómo conoció a Brittni en un grupo de jóvenes adultos de la iglesia y cómo ambos entablaron una bonita amistad antes de enamorarse.
«Cuando miro a Brittni, no la veo como un producto de su pasado. La veo como un producto de la gracia de Dios», dijo. «Cada vez que alguien saca a relucir su pasado, me recuerda lo bueno que es Dios».
La pareja dirige Love Always Ministries, que crea proyectos como el mencionado curso antiporno con la poderosa misión de ayudar a la gente a encontrar la sanidad y la libertad. También presentan un podcast titulado «Hablemos de pureza».
«El porno ahora mismo es una epidemia. No sólo para el mundo, sino para el cuerpo de Cristo», dijo Richard.
«Si no abordamos esta conversación, vamos a ver muchos cristianos atados».
Esperan que «Buscar: Cómo dejar de ver porno» ofrezca una poderosa herramienta para aquellos que luchan por dejar de ver porno. El curso, que tiene lecciones para hombres y mujeres, ofrece «todas las herramientas para liberarse».
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros.
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«Pero no encontré eso allí. De hecho, tuve que empezar a consumir drogas muy pronto en la industria del porno sólo para poder pasar las escenas».
Además, contó que el orgullo la mantuvo encerrada en una industria que sabía que tenía que dejar. Después de unos tres años y medio en el porno, fue invitada a la iglesia y comenzó el proceso de entender lo que significaba aceptar a Jesús.
Sin embargo, incluso después de esa experiencia, se vio arrastrada de nuevo a la industria del porno. A pesar de todo, no perdió el interés por las Escrituras.
«Empecé a devorar la Biblia», dijo Brittni. «Dios estaba ahí conmigo en medio del pecado».
Con el paso del tiempo, dijo que Dios la guio en la dirección correcta, y la verdad «la liberó «.
Finalmente se dio cuenta de que el pecado había destrozado no sólo su vida, sino que sus acciones también estaban dañando a otros. El Espíritu Santo la hizo reconocer que Dios tenía un plan mejor para su vida.
«Me di cuenta, ‘No sólo mi pecado ha roto mi vida, sino que estoy llevando a otros a una vida rota'», dijo. «No quiero seguir viviendo esta vida».
Hoy día Brittni es esposa, madre de un hijo y está a la espera de un próximo bebé y comparte su impresionante transformación hacia la fe con audiencias cautivadas.
«Dios ha transformado radicalmente mi vida», afirma.
Su marido, Richard, recordó cómo conoció a Brittni en un grupo de jóvenes adultos de la iglesia y cómo ambos entablaron una bonita amistad antes de enamorarse.
«Cuando miro a Brittni, no la veo como un producto de su pasado. La veo como un producto de la gracia de Dios», dijo. «Cada vez que alguien saca a relucir su pasado, me recuerda lo bueno que es Dios».
La pareja dirige Love Always Ministries, que crea proyectos como el mencionado curso antiporno con la poderosa misión de ayudar a la gente a encontrar la sanidad y la libertad. También presentan un podcast titulado «Hablemos de pureza».
«El porno ahora mismo es una epidemia. No sólo para el mundo, sino para el cuerpo de Cristo», dijo Richard.
«Si no abordamos esta conversación, vamos a ver muchos cristianos atados».
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