Por Gerardo A. Pérez Obando (GAPO)
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Raimunda López Sirias recordaba de su época de niñez el auge del Hotel del Oeste distante a una cuadra del parque central. En 1896 Guanacaste comenzaba a florecer al ritmo de sembradíos y ganado. La provincia estaba enlazada al puerto de Puntarenas por rústicos caminos conectando Abangares, Cañas y Liberia con Tilarán custodiadas en la bajura por el posteado portador de la reciente invención del telégrafo.
Antes de fallecer Nisilo, Raimunda había conversado con él sobre el inconveniente largo viaje a caballo de sus hijo/as para asistir a la escuela acordando que debían retornar a Cañas.
En días predecesores a la defunción de su esposo; y, pese al deterioro del inmueble, Raimunda ingresaba al Hotel del Oeste para conocer detalles sobre el anuncio de “venta” pegado en la pared.
Tres meses después el renacido hospedaje abría las puertas al futuro con un rótulo interno introduciendo una novedad: “Fonda del Oeste…comida a toda hora”, constituyéndose en completo éxito por la actividad comercial que caminaba junto al progreso.
En los siguientes años los comensales comenzaron a mencionar la posada con el sinónimo de la “Fonda de Mamamunda” por el carisma con que atendían a la clientela tuviesen o no dinero porque en algún momento regresaban para pagarle.
Para entonces Raimunda había procreado con Rigoberto Rojas los dos últimos hijos de ambas generaciones, David y Daniel, quienes quedaron registrados con sus apellidos de soltera al no haber formalizado la relación civil.
En una ocasión escuchó a Rigoberto mencionar de una posible contratación en un lugar desconocido mientras escuchaba su propuesta para que le acompañase. Aunque ella guardó silencio dando por terminado el tema, su espíritu aventurero lo rumiaba internamente.
Al día siguiente de haber traspasado el Hotel del Oeste, en el atracadero de Puntarenas suspiraba por su nuevo destino. Entre el bamboleo de la vieja barcaza conversaban sobre su futuro próximo.
-Puerto Cortés debe ser como Puntarenas, le decía a José, el hijo mayor.
-Si mamá…todos los puertos se parecen.
Ante la exclamación y ademanes del capitán, la tripulación comenzó a soltar amarras y el ronroneo imperceptible del motor de “La Meme” acrecentó su presencia para que a orillas de la costa pacífica remontase hacia el sur…desconocido…
*
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros.
nos interesa tú opinión al respecto. Te invitamos a participar...
Escríbenos a nuestro correo electrónico
0 Comentarios
Queremos ver tus comentarios, estos nos enriquecen y ayudan a mejorar nuestras publicaciones :
_______________________________________________