Posiblemente alguna/os pionera/os de la década 1960 de la colonia Rodrigo Facio Brenes en Ipís de Goicoechea conocimos a don Casimiro, sin embargo, la mayoría no estábamos enterados acerca de su historia. En sus años mozos fue un pescador portugués cuya brújula del destino enrumbó hacia Costa Rica. En su madurez su espíritu aventurero y corazón, más grande que las barcazas con las que cruzó el Océano Atlántico, le llevó a Sidney para poco a poco trasladar su familia…junto a otra/os más.
“Si he de reconocer méritos hacia alguien importante en mi vida; además de mi madre nunca olvidaré a Casimiro, un portugués quien posterior a múltiples retos en su vida los vientos europeos y del destino empujaron a los albores de mi existencia…tanto que en su honra adopté oficialmente su apellido.”
LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Gerardo A. Pérez Obando, (Gapo) Escritor).- El mensaje, utilizando redes sociales, pese a la distancia que nos separa de Sidney, Australia, no lograron ocultar la emoción con que su hijo de corazón, Gerardo (Gerry) Gómez describía a su mentor en homenaje al caballero que lo moldeó contribuyendo con el éxito personal, familiar y profesional que hoy disfrutan allende los mares.
El veintidós de diciembre de mil novecientos seis en un pequeño poblado costeño bordeado por una longitud de playa aproximada a tres kilómetros en el litoral sur de Portugal nació Casimiro. En el condado de Quarteria, con una extensión territorial de treinta y ocho kilómetros cuadrados, la escasa población, economía y sustento dependían por completo del Océano Atlántico.
A finales del Siglo XIX, la construcción del ferrocarril en el Algarve y el desarrollo de las vías de comunicación contribuyeron en un profundo cambio en el modo de vida de la población hacia 1887, sin embargo, algunas infraestructuras y equipos básicos debieron esperar al siglo venidero donde el crecimiento de la ciudad se vio apoyado por una nueva mejora en las vías de comunicación que se tradujo en una acelerada actividad de construcción civil.
No se sabe con exactitud la fecha ni edad en que Casimiro junto con cinco hermanos: Cristóbal, Juan Vicente, Albino y otro cuyo nombre se perdió en el olvido se aventuraron hacia América. A veces en sus historias narraba de aventuras vividas en Panamá, Estados Unidos y Costa Rica. De los cinco familiares, solo dos retornaron a Quarteria, Casimiro y otro; de los restantes se desconoce si quedaron en otras tierras o sucumbieron en las travesías. Casimiro retornó a las Américas.
En la primera oportunidad que tuvo Gerry visitó Quarteria, la tierra de su padre, donde localizó a una hija de él y otra sobrina. Recorrió el pueblo del cual había escuchado inolvidables historias. Se familiarizó con la casa, silente testigo, donde su mentor compartió la infancia.
Don Casimiro fue una persona honorable y trabajadora que amparó a la familia de Gerry en Limón, Tibás e Ipís. En su madura adultez emigró hacia Sidney con sueños de superación y con el tiempo llevarse a su familia. En junio de 1977, don Casimiro esperaba en el aeropuerto de Sídney a Jazmín, Gerardo, Ramón y Casimiro, completando después su esperado sueño al llevarse a su esposa, la hija mayor con su esposo y un nieto. El destino permitió a don Casimiro vivir 94 años. Lo reclamó en Sidney en marzo de 1999.
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