La evaluación de la CIDH carece de objetividad, aseguró, al participar en la sesión del organismo realizada para abordar el caso de Nicaragua, el canciller nicaragüense, Denis Moncada.
El ministro reaccionó así a lo planteado en el informe leído por el secretario ejecutivo de la CIDH, el brasileño Paulo Abrão, texto que incluye denuncias de violaciones a los derechos humanos en el marco de la represión gubernamental anti opositora.
“Nicaragua no puede aceptar el informe de la CIDH”, por tratarse de un documento “apresurado, prejuiciado y carente de objetividad”, señaló Moncada, quien reafirmó que “no aceptamos y rechazamos el informe”.
El canciller, un militar retirado, aseguró que el gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, está comprometido con la vigencia de los derechos humanos, y denunció intentos terroristas por derrocarlo.
La administración Ortega mantiene, invariablemente, el “compromiso sostenido del respeto a los derechos humanos”, al tiempo que resiste “embates terroristas de grupos políticos internos y externos, a los que se ha sumado el crimen organizado transnacional, con el fin de realizar un Golpe de Estado” dijo.
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