LA VOZ DE GOICOECHEA.- MILLONES DE PERSONAS SUFREN DE ESTA ENFERMEDAD EN EL MUNDO MUCHOS NO LE PRESTAN LA ATENCIÓN DEBIDA
Néstor Monge ha vivido con depresión toda su vida. Cuando tenía 5 años fue abusado sexualmente y eso lo convirtió en un niño retraído, apartado y poco sociable. Nunca lo habló con nadie. Por temor y vergüenza tuvo miedo de contar lo que pasó y muchos creyeron que esa era su personalidad.
Desde los 11 años siempre tuvo pensamientos suicidas y su adolescencia y juventud no fueron fáciles. Sufría una crisis de depresión al año y siempre -solo y sin ayuda- trató de “controlarlo”, provocando aislamiento con su familia y amigos cercanos. Sin embargo, vivió unas situaciones laborales y personales que lo hicieron colapsar.
Con una carrera exitosa y dos hijos, a sus 35 años intentó quitarse la vida en dos ocasiones, hasta que hace año y medio fue diagnosticado con depresión mayor, ansiedad generalizada y fobia social, debido a un desbalance químico en su cerebro, que se desconoce si se detonó por el abuso que sufrió. El psiquiatra lo medicó de por vida y desde entonces, ha tenido que aprender a vivir con la depresión.
Como parte de ese proceso, desde hace algún tiempo creó la fundación Hombres Sobrevivientes de Abuso Sexual, para ayudar a quienes han pasado por este tipo de situaciones.
Como él, se calcula que hay 300 millones de personas en el mundo que sufren de esta enfermedad, muchas de ellas en silencio, sin buscar ayuda para no ser estigmatizadas, por falta de información o miedo.
Síntomas y tipos de depresión
Esteban Carvajal, psicólogo clínico del Hospital Clínica Bíblica, asegura que es necesario acudir donde un especialista para determinar las causas y así establecer el tipo de ayuda que la persona requiere, porque hay dos tipos de depresión:
Endógena: la cual ocurre por un factor químico en el cerebro y que requiere medicación permanente para poder controlarla.
Exógena: se presenta cuando la persona vive alguna situación que detona la crisis: un divorcio, la muerte de un ser querido, estrés, problemas familiares o en el trabajo, entre otras y que puede ser tratada con terapia.
“Entre el 90% y 95% de mis pacientes tienen depresión o ansiedad. Hay niños, jóvenes o adultos mayores. ¡Es una pandemia! Todas las personas somos diferentes y no hay una receta, por eso hay que hacer un buen diagnóstico. Dependiendo del nivel, el médico determina cuál terapia requiere”, aseguró.
En su consulta, el especialista ha visto todo tipo de casos y por cosas que, para algunos resultan risibles.
“La gente viene estresada por lo que ve en las redes sociales, porque no están de viaje como fulano, porque no tiene algo que otro sí, porque esa persona se ve linda en el selfie que se tomó y ella no. ¡Todas esas cosas! También hay gente que se estresa porque con toda la cuestión de la información, quieren estar sabiendo todo y pasan metidos en noticias y en Facebook o Twitter. Han dejado de convivir con otras personas y eso los lleva a estrés o depresión. La gente se sienta en la consulta y me dicen: ‘tengo una vida miserable y desgraciada porque veo a todo el mundo feliz y yo no tengo eso’, me lo dice desde la persona más humilde, hasta muy estudiados como ministros, catedráticos. Somos seres humanos y a veces interpretamos las cosas y reaccionamos así”, expresó.
¿Cuándo buscar ayuda?
El médico psiquiatra, Mauricio Campos dijo que la tristeza es un sentimiento común que puede experimentar el ser humano, ya sea porque no le salieron bien las cosas o por algún evento que le provocó ese dolor. Sin embargo, es necesario buscar ayuda cuando la persona se estanca y no puede realizar las labores cotidianas como trabajar, pierde la concentración constantemente o la energía por completo.
“La característica de la depresión es cuando pasan más de 2 semanas con síntomas específicos como una tristeza constante durante la mayor parte del día, disminución de la energía que solía tener y una disminución del disfrute de cosas que antes le gustaba hacer o la incapacidad para desarrollar su trabajo. ¡Estas cosas son muy importantes!”, apuntó.
Los especialistas realizan clasificaciones de acuerdo a la gravedad de la depresión, que van de leves y moderados cuando hay algunos de los síntomas o hasta mayor cuando afecta la funcionalidad de la persona y tiene “cartón lleno” con los síntomas.
“Hace algunos días la Sala Constitucional falló a favor de una mujer para que le devolvieran el trabajo porque había presentado la renuncia en una crisis de depresión. A estos pacientes uno los incapacita porque sabe que no están dando la talla y en muchas ocasiones, no son bien atendidos o no se les considera en el trabajo”, manifestó.
Conciencia
Campos explicó que hasta ahora se está empezando a crear conciencia sobre la salud mental, pero que siempre ha sido un tema del que muchos prefieren no hablar.
“Es un trastorno sumamente común y muchas personas no buscan la ayuda a tiempo, precisamente por el tabú que hay sobre los trastornos depresivos o con lo que implica buscar ayuda médica y profesional. Tenemos muchos adultos mayores y personas que pasaron durante muchísimo tiempo con depresiones o síntomas de ansiedad y nunca pidieron ayuda y les pasó la factura a lo largo de su vida. Se calcula que una de cada cinco personas a lo largo de su vida va a tener un trastorno depresivo mayor“, citó.
La depresión puede afectar a cualquier persona, desde un niño hasta un adulto mayor y si no se ataca, puede causar estragos o incluso la muerte, como ya ha sucedido en otros casos.
“En muchas ocasiones, una gran cantidad de personas se quedan sin tratamiento y abordaje porque aunque muchos tengan los síntomas, no buscan ayuda.El problema también es que no todos los médicos están preparados para detectar la depresión y en muchas ocasiones dejan de lado síntomas que afectan a los pacientes y la depresión va a afectar la evolución de cualquier tipo de enfermedad. Un paciente con diabetes, se va a complicar aún más si tiene depresión”, detalló.
Uno de los mayores temores de los pacientes es la medicación, por la creencia de que los fármacos “atontan” a las personas. Sin embargo, es necesario suministrarlos cuando los niveles de ansiedad y depresión son exacerbados.
Si usted tiene varios de los síntomas o ha pensado en acabar con su vida, llame inmediatamente al Servicio de Emergencia 9-1-1 o busque algún familiar, amigo o persona que le pueda ayudar.
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