En el texto se indica que en 2019 ha superado las exigentes pruebas de resistencia a los que han sometido a los prototipos. Algo que abre las puertas de par en par a una producción que comenzará durante el segundo semestre de este mismo año, y que a su vez permitirá que las primeras entregas tengan lugar antes de terminar el año. Unas entregas que la propia Tesla indica serán en un «volumen limitado».
Como recordamos, cuando el Tesla Semi fue presentado al mundo a finales de 2017, muchos se sorprendieron por las prestaciones anunciadas por el revolucionario camión eléctrico: a pesar de que el Semi prometía un coste similar a un camión diésel, ofrecía una autonomía muy por encima de la de cualquier otro camión a baterías, entre 480 km o 800 km bajo el realista ciclo de homologación EPA, según versión. Números que posteriormente han indicado mejorarían en la versión final gracias a la evolución constante de las baterías y que permitirá a las versiones más capaces llegar a los 1.000 kilómetros de autonomía.
Estas cifras, unidas a la posibilidad de cargar el camión en apenas media hora al 80% gracias al uso de los Megacargadores, hacían viable el uso de un camión eléctrico en viajes de larga distancia.
Muchas empresas como Walmart, FedEx, Frito Lay…se apresuraron a reservar este camión que, además de ofrecerles unos grandes ahorros en costes operativos, les dará una imagen tecnológica, sostenible y vanguardista.
Pero había el riesgo de nuevos retrasos si el diseño y las pruebas no se finalizaban lo antes posible. Unos test que como indica la carta, han supuesto el poner a prueba la capacidad del Semi de manejar mercancías pesadas y hacerlo en todo tipo de carreteras y condiciones, y que continuarán este invierno para conocer al detalle el rendimiento del sistema eléctrico en los meses más fríos.
Además desde Tesla se ha confirmado la noticia de los trabajos con la organización CharIN (Charging Interface Initiative) para lograr desarrollar un sistema estandarizado de carga para camiones eléctricos, y evitar la división de formatos que no hace más que dañar la expansión de una tecnología con un enorme potencial para la reducción de emisiones.
Unas pruebas que despejan el terreno a un modelo que llegará para ampliar los ingresos de Tesla gracias al elevado volumen económico de cada unidad que como recordamos tendrá un coste de entre 150.000 y 200.000 dólares.
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