Por Gerardo A. Pérez Obando (GAPO)
LA VOZ DE GOICOECHEA.- La familia habÃase ido a la cama cuando la señora de la casa, soñolienta y sorprendida observó encenderse la luz del pasadizo del dormitorio. De momento pensó que su hija podrÃa haberse levantado, pero al escuchar movimiento en su cuarto ladeó hacia el rincón. Era la tercera noche de agosto del 2021 y el ambiente aún conservaba la vehemencia de un ardiente y bochornoso dÃa.
Extrañada y sin conciliar el sueño vio la iluminación apagarse de la misma forma. Apartó las cobijas, se cambió la ropa de dormir y movió a su esposo por el hombro. PretendÃa aprovechar el buen clima y alcanzar el sueño caminando por un rato. Él la quedó mirando haciendo esfuerzo para incorporarse a su lado…
Transitando por una explanada los ojos de ella se posaron en una inmensa e iluminada vivienda que puertas abiertas atrajo su atención. Su marido seguÃa sus pasos cuando atravesaron un enorme zaguán.
Fuera de la morada se percibÃa un ambiente de cordialidad. Aunque no se escuchaba bullicio se notaba que estaban en preparativos para alguna celebración. Unas manos les invitaron a pasar.
Atravesando la puerta principal logó distinguir los rostros de la cuñada mayor y su consorte quienes aparentaban cansancio ante la pose soñolienta con mirada anclada sobre el piso.
La mayorÃa de las facciones eran desconocidas, pero conforme se internaban en la morada, algunos rostros estimulaban recuerdos que hacÃan germinar sonrisas recÃprocas.
La mansión se expandÃa conforme la recorrÃan. En cada recoveco que tomaban aparecÃan salas con personas sonrientes. Miró al patio descubriendo un claro horizonte inundado por tibia luz de la luna llena que les transportó hacia la apacible candidez de la campiña.
La casona estaba inserta en un bosque tranquilo y solitario con interminables filas de almas que entraban y salÃan reflejando gestos complacientes en sus labios. Ante esta irradiación de alegrÃa no habÃa tiempo para distinguir quien estaba a su lado o al frente por el júbilo comunitario.
Volvió a ver a su esposo quien estaba atrás y silente. Se habÃa dado cuenta de la ausencia de palabras. Inexplicablemente escuchó un susurro leve con las voces inconfundibles de sus cuñadas menores. Con las palmas de las manos indicó a su marido que esperase.
Su instinto la llevó hacia una sala grande con una inmensa formación de mesas cuyos sobres estaban colmados con copas labradas y decoradas con diferentes formas, tamaños y colores con clientes disfrutando del sabor.
En la premura de la salida habÃa olvidado los anteojos y entre la muchedumbre creyó reconocer a una persona a la cual se acercó para más certeza. La dama hacÃa ademanes a unas/os jóvenes señalando ánforas donde almacenar el brebaje.
VestÃa completamente de blanco. Los zapatos bajos con enagua a media pierna hacÃa juego con la blusa incrustada con llamativos y bellos encajes, y aunque la notó rejuvenecida, logró reconocerla de inmediato.
Sin saber que hacer y confundida, no pudo evitar lo que de su corazón brotó:
-Hola doña Iris… ¿Qué están celebrando?
Aunque no logró articular el mensaje, en su mente escuchó la inmediata respuesta:
-Hola Chani, hoy es lunes. Desde que me vine para acá celebramos jubilosos el primer dÃa de la semana, y volteó la cara hacia otro costado.
Se percató que otra persona reclamaba su presencia y la vio dirigirse presurosa hacia otra sala sin lograr alcanzarla porque entre el gentÃo la perdió de vista.
El esposo estaba absorto cuando escuchó su voz:
-Bueno, creo que podemos irnos, retomando su mano.
A la mitad de llanura ella volteó la cara mientras pensaba en voz alta:
- ¿Cómo desalojaron la casa tan rápido? ...todo está a oscuras…
Horas más tarde contaba a su esposo:
-Vieras que anoche la luz del corredor se encendió y apagó sola. En la madrugada soñé que habÃamos ido a caminar…y estuve con tu mamá…
-Bueno, estuvimos, no estoy segura, pero me parece que también andaban tus hermanas…las gemelas...habrÃa que preguntarles.
-Ella está…la sentà contenta…sÃ…realmente muy feliz…
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1 Comentarios
El chiste de la retórica es precisamente llevarlo a uno a ese momento, a ese lugar....solo usando la imaginación..... sencillamente excelente Lalo.... esto fue hermoso...
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