Mediante la presente comunicación, Alexander Brenes A., propietario de la marca registrada "noticiasenlineacr" y sus diversas plataformas de comunicación, se dirige a ustedes.
Durante varios años, mi labor periodística me ha llevado a involucrarme en diversos temas e investigaciones que han tenido repercusión a nivel nacional, poniendo al descubierto casos de corrupción y otros asuntos relevantes.
En los últimos 3 años, el tema del transporte público ha sido uno de los principales en los que trabajó, brindando servicios profesionales como vocero de la organización SINACOESA (Sindicato Nacional de Conductores y Afines). Esta labor me ha otorgado experiencia y conocimiento sobre la Ley 3503 de transporte público, la Ley de Aresep 7593 y la Ley 7600, siempre con la intención de proteger principalmente a los conductores y usuarios.
Gracias a mi experiencia en este campo, pudo evidenciar cómo el transporte público ha sido monopolizado por unos pocos empresarios en todo el país. Esta información quedó clara el año pasado durante una conferencia del Concejo de Gobierno, donde se informó al presidente Rodrigo Chávez sobre lo que ha venido sucediendo desde hace años. Incluso, se entregó al ministro un amplio expediente con cientos de denuncias y otra información relevante.
Una de las empresas que ha tenido que denunciar públicamente, respaldado siempre por su deficiente servicio y numerosas irregularidades, es Contrasuli Ltda y Comtrasuli SA, la actual empresa encargada de brindar servicio en Puriscal y otras zonas. Según los registros del Registro Nacional, esta empresa pertenece a una sociedad en la cual se señala a Román Solano, Arnoldo Solano y otras personas.
A lo largo de los años, presentó una larga lista de denuncias y procesos en los cuales logró recopilar pruebas contundentes. En los últimos 5 meses, o incluso menos tiempo, se han producido una serie de incidentes que me han llevado a tomar la decisión de emitir este comunicado.
El acoso sufrido por personas cercanas a mí, quienes han sido utilizadas por los propietarios de esta empresa, ha cruzado los límites. Para ser precisos, cinco personas han sido portadoras de mensajes por parte del señor Solano, con la intención de concertar una reunión para tratar los temas que constantemente publicamos.
Hoy en día, han utilizado un familiar cercano de mi hija con el objetivo de lograr una cita conmigo.
Por esta razón, expreso mi indignación y mi postura personal en contra de este juego de mensajes, los cuales no me interesan en lo más mínimo. Esto no se trata de dinero o de intentar acallar mi labor; esto es una cuestión de ética y dignidad profesional. Recuerdo evidente cuando Nicolás Robles fue despedido, y publicó la noticia con evidencia, mientras que el señor Arnoldo quería que publicáramos una versión distorsionada de los hechos. Por cierto, otros medios sí lo hicieron en su momento.
No me interesa ninguna reunión ni acercamiento con esta empresa que ha monopolizado el transporte en nuestra región, violando la ley en múltiples aspectos.
Al señor Arnoldo Solano le respeto como adulto mayor que es, pero mi ética y valores no me permiten sentarme con su persona, que manda recados con terceros y que utiliza a mis amigos para tal propósito. Ofrezco mis disculpas por cualquier inconveniente que esta situación haya causado.
A pesar de los obstáculos que pueden surgir en este tema, continuaré desempeñando mi labor informativa con el aparato, respaldada siempre por la evidencia. Agradezco a cada persona que se ha animado a denunciar ya participar en este proceso, recordándoles que la ley también los protege como usuarios.
En caso de que esta situación persista, me veré obligado a recurrir, como cualquier ciudadano, a las instancias legales correspondientes. Además, es importante recordar lo establecido en el artículo 193 del Código Procesal Penal: "Delitos Contra la Libertad de Determinación - Coacción". Dicho artículo establece que será sancionado con una pena de prisión de tres a cinco años después que, mediante amenaza grave o violencia física o moral, obligue a una persona a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no está obligado.
Atentamente,
Alejandro Brenes A.
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