LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Isaí Jara, periodista).- Este lunes 12 de mayo, la Comisión Especial del Concejo Municipal de Goicoechea realizó una visita a las instalaciones del Centro Nacional de Educación Especial Fernando Centeno Güell. Aunque el recorrido buscaba conocer de primera mano el estado actual del inmueble y coordinar posibles gestiones municipales, lo cierto es que, 85 años después de su fundación, la institución sigue sumida en el abandono.
“La casa vieja”,
como se le conoce con cariño, se encuentra en condiciones deplorables. El
tiempo no ha tenido piedad con las estructuras que resguardan parte importante
de la historia educativa del país. De hecho, la amenaza de un colapso completo
no es una exageración, sino una realidad latente si no se actúa con urgencia.
El inmueble no
es uno cualquiera: fue la primera escuela especial en Costa Rica y en toda
Centroamérica. Fundada por decreto ejecutivo el 23 de julio de 1940, durante el
gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia y por iniciativa del visionario
educador Fernando Centeno Güell, el centro marcó un hito al atender a niños con
retardo mental y trastornos del lenguaje en una época en que la discapacidad
era prácticamente invisible para el sistema educativo nacional.
Desde 1947, el
recinto albergó la primera institución especializada en educación especial del
país. Centeno Güell, formado en España, entendió antes que muchos que las
personas con discapacidad merecían una segunda oportunidad, un espacio donde se
les reconociera su dignidad y potencial.
Hoy, ese legado lucha contra el abandono institucional. Aunque existen intenciones y visitas oficiales, las acciones concretas siguen ausentes. Entre las voces que claman por una restauración se encuentra la del abogado y periodista Daniel Madrigal Sojo, quien en los últimos años ha sido uno de los principales impulsores de la causa.
“Esto no se
trata solamente de rescatar una casa deteriorada. Aquí se escribieron historias
que cambiaron vidas. Esta es una deuda con generaciones de personas con
discapacidad que encontraron en esta casa una esperanza”, señaló Madrigal,
criticando la falta de visión y compromiso de quienes han debido velar por la
conservación de un bien que es patrimonio histórico y arquitectónico.
El Centro Centeno Güell, ubicado en Guadalupe de Goicoechea, sigue siendo uno de los centros de educación más importantes del país para personas sordas, pero su infraestructura se cae a pedazos. La comunidad educativa, exalumnos y defensores del patrimonio esperan que esta visita no se sume a la larga lista de promesas incumplidas.
Porque ya han pasado 85 años. Y las visitas no bastan*
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