“Patentes que pesan más que los impuestos”

LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Nabil Mouaffak).- En Goicoechea tener un negocio no es fácil. No basta con levantarse temprano, abrir la cortina y esperar clientes. Aquí el comerciante se topa con un monstruo de mil cabezas llamado patente municipal, que en teoría debería ser un permiso justo para trabajar, pero en la práctica se siente como una piedra más en la mochila del emprendedor.

La patente nació para ordenar y recaudar fondos para el cantón. Pero, ¿Qué ve la gente?

Trámites interminables que hacen perder tiempo y dinero. Cobros poco claros, donde nadie explica de frente cómo se calculan los montos. Comercios sin patente que operan a vista y paciencia de todos, mientras el que sí cumple paga por él y por el vecino. Patentes de licor que levantan sospechas de amiguismo político, porque pareciera que no todos tienen la misma facilidad para obtenerlas, y mucho menos el peligro de perderlas cuando no cumplen. Basta con ser un exregidor o un familiar de alguien en la municipalidad para lograr que un bar reciba hasta menores de edad a vista y paciencia de las autoridades.

Y lo más grave: aunque la municipalidad recauda millones por este concepto, el vecino se pregunta: ¿Dónde está esa plata? Porque las calles siguen llenas de huecos, los parques sin mantenimiento, la basura acumulada y la seguridad en veremos.

El problema no es pagar. La mayoría entiende que los impuestos son necesarios. El problema es que el sistema de patentes en Goicoechea se percibe como un castigo al que cumple, mientras otros se zafan con la bendición de la informalidad.

En las sesiones del Concejo, se habla de números, de porcentajes, de reglamentos… pero pocas veces se habla de la realidad del comerciante pequeño, el que vende empanadas, el que tiene una soda o el que puso un salón de belleza. Para él, la patente no es un trámite: es la diferencia entre mantener abierto el negocio o cerrar las puertas.

El pequeño patentado, como lo son la gran mayoría de los patentados en Goicoechea, debe armarse de mucha paciencia si quiere trabajar en el Cantón, ya que la lista de requisitos es larga, los tramites son lentos, pero los gastos corren desde el primer momento sin darle el derecho a generar ingresos hasta cumplir con unos requisitos burocráticos con departamento que lleva el ritmo de una tortuga avanzada en edad.

Pero también hablan en la calle de otra entrada, más amplia y ágil para obtener los patentes, dicen que es entrada desde la puerta de la cocina, no apta para pequeños y medianos empresarios, mucho menos para emprendedores, de esto no pregunté detalles porque me imagino que los medicamentos de hipertensión no harán bien su efecto al escuchar la forma de lograrlas entrando por LA COCINA.

Respetable gobierno local; las patentes no deberían ser un freno para quienes trabajan, sino el motor que financie el desarrollo de Goicoechea. Pero mientras la recaudación se sienta como un misterio y el trato sea desigual, la gente va a seguir pensando que en este cantón la patente pesa más que la ganancia, y que la municipalidad cobra mucho, pero devuelve poco.

- Goicoechea es el cantón número 8 de la provincia de San José, fundado en 1891. Donde orgullosamente decimos: "De la montaña a la ciudad, así se extiende mi cantón". "Goicoechea, Goicoechea, te llevo en el corazón." -

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