Por: Máster Flor Urbina Uriarte. Pensar en América Latina, es repensar en nuestro futuro de manera individual, particular y de manera colectiva. Es repensar en lo que queremos a partir de lo que realmente somos y necesitamos, no desde lo que nos han dicho y hecho creer que somos o desde lo que otros necesitan de nosotros.
La pregunta más difÃcil de contestar es ¿Quiénes somos?
Porque más de quinientos años después de la conquista, no lo sabemos con certeza.
Antes de la conquista, sabÃamos que cada pueblo de nuestra Mesoamérica tenÃa sus propias caracterÃsticas, dialectos, costumbres, su propia identidad, pero después de ésta, nuestros pueblos fueron homogenizados.
Para los conquistadores todos estos pueblos y culturas eran “una sola cosa” y a partir de su visión de mundo nos “definieron” y adjudicaron una serie de caracterÃsticas, que asumieron y nos hicieron asumir como verdaderas. Y es esa definición la que ha sido aceptada como verdadera hasta nuestros dÃas.
Se implantó un pensamiento “latinoamericano” funcional para los objetivos del conquistador. Y a partir de este momento, hemos seguido pensando y actuando según lo implantado, como mestizos desarraigados del lugar donde vivimos, avergonzados de nuestro origen, aspirando a las grandezas de Europa.
Entonces ¿Cómo construir un pensamiento latinoamericano si seguimos siendo colonia, de pensamiento palabra y omisión?
Se nos obligó a aceptar y a creer que nosotros(as), los pueblos “bárbaros”, habÃamos tenido la “suerte” de ser “descubiertos” y debÃamos “aprender a ser civilizados(as)” y a vivir sin cuestionar.
Nuestras creencias eran de pueblos bárbaros, como hoy nuestras rebeliones por el agua o por el cuido de nuestros recursos naturales son un atentado contra la modernidad y el progreso.
“Pensamiento colonial”.
Quizá en estas dos palabras podrÃa resumirse el más peligroso legado de nuestros conquistadores. Y la frase de Descartes “Cogito ergo Sum” (Pienso por lo tanto existo), podrÃa darnos la razón a esta aseveración.
Si desde la Colonia nos pensamos como mestizos sin arraigo, si no podemos pensar en ésta como nuestra tierra, si heredamos un pensamiento que discrimina a todo aquello que se aleje a lo blanco (incluyéndonos nosotros(as) mismos(as)), si ansiamos tanto los goces de Europa o de los paÃses que se dicen “desarrollados” y ni siquiera nos detenemos a analizar si es ese el “desarrollo” el que buscamos, si nos seguimos pensando y permitiendo ser tratados como “colonias” , aceptar que es bueno y correcto que se sigan llevando nuestras riquezas naturales, si seguimos pensando que debemos dar gracias que nos vengan a dar empleo como mano de obra barata, y pensamos que es una gran oportunidad el hecho de que se exploten nuestros recursos naturales para abastecer a las potencias económicas, aunque esto signifique el deterioro y agotamiento de nuestro ecosistema, si es asà como nos pensamos: pues probablemente esto sea lo que somos.
Es aquà donde el arte y la educación podrÃan jugar un papel fundamental en esta transformación. Arte y educación deben ir de la mano como herramientas liberadoras. Continuará…
0 Comentarios
Queremos ver tus comentarios, estos nos enriquecen y ayudan a mejorar nuestras publicaciones :
_______________________________________________