Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.– Lorena Velásquez, es comunicadora y Psicóloga Organizacional mexicana del Programa Naciones para Cristo.
Esta activista social entrevistó a la profesora Sandra Dávila quien es Doctora en Gestión y Calidad de la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), Máster en Didácticas Específicas de la Universidad Autónoma de Barcelona y Licenciada en Educación con mención en Lengua y Literatura título por la UNAN-Managua.
¿Como se deben preparar los centros educativos para atender a las personas con discapacidad y el principal centro de instrucción que es la familia?
Tenemos que vivir un proceso de desaprender, nos han enseñado una serie de patrones de conducta, de formas que muchas veces estuvieron equivocadas, que se encuentra en la cultura en los ámbitos de la familia.
Entonces, lo primero, que tenemos que hacer para aprender es desaprender. Para poder transformar es necesario reflexionar sobre nuestro actuar y como nosotros estamos viendo al respeto de personas que están en nuestro alrededor. En este sentido, es fundamental mencionar que las familias juegan un rol muy importante.
Un rol en que incide en los diferentes ámbitos en que las personas se desarrollan y en este caso la educación tiene que empezar en la familia. Los valores, el respeto, la solidaridad, incluso, el fortalecimiento de la autoestima, tiene que ser en la familia. Eso parte del hecho de ver el amor, hacia los demás y dirigidos sí mismo.
El amor hacia las cosas que hacemos incluso el agradecimiento, el simple hecho de estar vivos. El simple hecho de poder respirar, el poder mover alguna parte de nuestro cuerpo. De pensar, de poder observar, cada una de nuestras facultades, entonces, es importante por un lado el desaprender.
Segundo, es importante, por otro lado, hacer pequeñas acciones que hagan grandes transformaciones. No necesitamos conquistar Nicaragua, Latinoamérica con que cambiemos nuestras practicas diarias, un saludo, un agradecimiento al momento de levantarnos al momento de acostarnos. Creo que esta es una practica que podemos de alguna manera potenciar, por el otro lado, también estableciendo responsabilidades.
Uno de los aspectos que me han llamado la atención en los diferentes espacios sobre todo relacionándome con personas con discapacidad, me he dado cuenta que incluso a las personas con discapacidad hay que darle responsabilidades porque si él es parte de una familia el puede aportar de alguna manera u otra al desarrollo de la familia.
El reconocimiento que él tiene capacidades a partir de sus diferencias, le da autoestima, le fortalece la autoestima, le fortalece su capacidad de agencia y esa necesidad de sentirse parte de un grupo y ese parte del reconocimiento también de las personas le pueden dar a él.
Desaprender para aprender, hacer pequeñas acciones que aporten a grandes transformaciones, la otra darle responsabilidades, no mirarlo con ojos de víctimas o revictimizarlo, sino más bien emporarlo hacerlo capaces y creer que son capaces también.
Porque algo muy importante, que tenemos que destacar, es que todos tenemos algo que dar y eso algo que dar es lo que nos hace diferentes.
La familia es uno de los espacios más importantes. Me he dado cuenta con alguna familia que tiene alguna discapacidad que se sienten felices de tenerlos en casa, el tenerlos en casa les ayuda en el hogar. Él esta pendiente, va al colegio. Entonces el hecho de estar en familia compartiendo en el hogar, le da elementos para que todos y todas podamos ver la importancia que es la inclusión desde la familia.
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